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¡Hey joven! ¿Te interesa la política?
05 Marzo 2009
Ya se vienen las parlamentarias y luego las presidenciales. La siguiente columna es de un joven que cree que si la política atrajera a los jóvenes como la miel a las abejas, tendríamos un cambio verdadero en el país. Por Miguel Montecinos
Miguel Montecin... >
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En el año 2006 fuimos testigos de la más grande revolución estudiantil de Chile, jóvenes buscando un bien común. Este movimiento, que paralizó al país, dejó en claro que ellos estaban dispuestos a cambiar el sistema de la educación chilena, lo que en su momento produjo el despido del Ministro de Educación y cambios radicales en la juventud y la política.
A partir de ese momento los partidos políticos se pelearon por tener entre sus filas a alguno de los carismáticos dirigentes, lástima que ese apogeo de expresión duro sólo un año. Y ¿Por qué nombro esta revolución? por el simple hecho que en ese año los estudiantes, mostraron la masa que pueden mover y lo influyente que pueden llegar a ser al unirse.
Los pingüinos mostraron que sí están interesados en cambiar su forma de vivir, pero que no confían en la clase política, un tanto por lo que en los medios se transmite a diario y otro tanto por que ellos no son un objetivo para los partidos. Hasta un año atrás, les daba lo mismo un joven que votara o no, pero hoy esto puede cambiar si los que están dentro de la política se den cuenta que ellos mismos se aíslan de la gente.
La mayoría de la población en Chile ve a la política como a la religión, es decir, un mundo tan contaminado y mal mirado por culpa de personajes que hacen desconfiar de la fe y en las convicciones de vida. Si los partidos se acercaran a los jóvenes, si ellos no pusieran tantas barreras, habría un recambio generacional más grande que el producido a finales de la década del 80. Chile por fin sería otro y los que gobernarían el país también. Aunque en todo el mundo la política está viciada, siempre reluce más la corrupción que los buenos actos que pueda hacer uno u otro gobierno.
Por otra parte, a los jóvenes los motiva más una tocata, una fiesta, que escuchar a señores con corbata prometer siempre lo mismo, o verlos como se pelean por el poder. Pero el cambio es posible, encantar a los jóvenes y también recuperar el misticismo que había en las primeras elecciones después del gobierno militar, plasmar las ideas que muchas veces son escuchadas en canciones, en blogs y medios electrónicos.
Chile está ad portas de cumplir 200 años de independencia, y los jóvenes son el presente y el futuro de nuestro país, los agentes de cambio, las ideas nuevas que muchas veces no son escuchadas, los que dicen que están cansados de ver como se pelean por puestos y no por el bien común, los que piensan que la libertad es controlada en cierta forma por que hay una división en el país, algo que contamina y nos separa que hace que nuestro país no salga adelante.
Ahora es el momento de producir este cambio, de mostrar que la unión sí hace la fuerza y que los movimientos juveniles actuales pueden ayudar a mejorar nuestra política y aún más, mejorar la forma de vida de Chile entero.