Por Andrés Gillmore Secretario y vocero Corporación Costa Carrera-Cuenca del Baker-Aysén

Los pilares del desarrollo económico de Aysén, históricamente se han sustentando en tres actividades básicas. Ganadería, Pesca Artesanal y el Turismo. Cualquier política de desarrollo que vaya en contra de estos tres pilares de sustentación económica, social y cultural, atentan en contra de la proyección de la región y de todos sus habitantes, si no se consideran adecuadamente. La actividad de la Pesca artesanal es de importancia vital y en Aysén queremos que se proyecte adecuadamente hacia un desarrollo sustentable con visión de futuro y que respete a los ayseninos que viven del mar.

La semana pasada la comisión de pesca del senado compuesta por los senadores Rossi, Horvarth, Bianchi, Huidobro y Sabat, en votación casi unánime aprobó por 4 votos contra 1 a favor de la moción de legislar para reformular la actual Ley de Pesca. El senador Horvarth por Aysén es el actual presidente de la comisión de Pesca del Senado y esta trabajando para que en la posibilidad de legislar este la gran oportunidad de mejorar la ley y de considerar en definitiva a los pescadores artesanales como corresponde.

En estos días precisamente se esta discutiendo en el congreso la posibilidad de replantear totalmente lo presentado por el Ministerio de Economía en lo referente a la base de la nueva Ley y redactar una ley que sea lo más balanceada posible y que no beneficie al extremo solo a los industriales de la actividad. El mar bien administrado con conciencia y sabiduría, tiene cabida para todos. Para que ello ocurra debe plantearse una ley justa, avalada por protocolos certeros y acuerdos que consideren todas las posibilidades en sus más mínimos detalles. Que no permita desavenencias entre el mundo industrial y el artesanal, con claridad y sin ambigüedades, que no sea interpretativa y por sobre todas las cosas redactada con sentido común y certezas técnicas, estipulando claramente las zonas de pesca de cada gremio, con un reglamento preciso que permita armonía y desarrollo. Sin permitir la pesca de arrastre industrial y posibilite además normas medio ambientales ajustadas a derecho y la creación de un ente fiscalizador del propio Estado, que sea certero para que estas leyes se cumplan a cabalidad.

La idea de hacer una nueva Ley es algo que se viene considerando desde hace varios años para la Pesca, porque sin duda necesitamos un mar sustentable para todos y con respeto medio ambiental. El voto a favor de legislar de la comisión del senado, que podría interpretarse en una primera instancia como un contrasentido, que solo beneficiaria a los grandes industriales. Es todo lo contrario tal como lo explico el senador Horvarth por Aysén, que tiene vasta experiencia en estos temas. Es una oportunidad única de mejorar la actividad y conseguir reivindicaciones ciertas para el mundo de los pescadores artesanales.

Esto solo se puede conseguir con el apoyo del gobierno, que debe apoyar las reivindicaciones de la comisión del Senado, con una visión más real de la problemática de lo que con lleva hacer una ley de esta importancia y mejorar lo que actualmente presento el Ministro Longueira como base para la Ley, que sin duda alguna necesita ser revisado y reevaluado meticulosamente, analizándolo en conciencia y que por sobre todas las cosas sea debatido hasta la saciedad con todos los pros y contras de lo que se pretende con la nueva Ley, con las cartas sobre la mesa, sin trastocar el sustento social y económico de lo que representa la actividad para cientos y miles de chilenos que dependen del mar para sobrevivir.

No se puede omitir bajo ningún punto de vista la participación del gremio de pescadores artesanales en la discusión del formato de la nueva Ley. Deben ser considerados y tienen que tener representación ante el ejecutivo. En el último año lamentablemente las puertas del ministerio de economía les han sido cerradas a los pescadores artesanales y eso no puede ser. Ellos deben estar en el debate y aportar su experiencia y su sabiduría.

En el caso específico de Aysén pero vale el ejemplo para todas las regiones de Chile. Si la ley no considera a los pescadores artesanales, destruiría literalmente la vida de tres mil pescadores artesanales, que se han proyectado históricamente en esta actividad ancestralmente. No pueden pretender que esta gente nacida y criada en el mar, se re-inventen a si mismos de un día para el otro y se transformen en sastres, peluqueros, albañiles u obreros de la construcción y sean utilizados como moneda de cambio y mano de obra barata. No es humano, no es aceptable. La ley tiene que considerarlos como se merecen, respetando sus formas y sus procedimientos.   

Cuando analizamos los hechos con el conocimiento de Aysén tomando en cuanta su perfil histórico de desarrollo, entendemos que todo es parte de una intención por parte de las transnacionales de apoderarse de los recursos naturales, de una de las regiones más ricas de Chile. Presentado públicamente bajo el formato de un “supuesto progreso y desarrollo para Chile”.

Esto no significa que en Aysén no se puedan aceptar Mega proyectos de desarrollo como nos quieren hacer parecer las grandes transnacionales para justificarse ante la opinión pública. Pero para ser considerados tienen que cumplir requisitos medio ambientales de sustentabilidad para realizarse. No podemos permitir que se intervenga la región con malos proyectos, con estudios deficientes, sin los mínimos requisitos técnicos-profesionales y que además estas intervenciones no contemplen a las comunidades y su proyección histórica.

Estas transnacionales usan el modelo económico chileno neo-liberal y a intermediarios chilenos como punto de conexión y en ese sustento quieren reformular totalmente el formato productivo de desarrollo de Aysén. Transformándolo de una región Ganadera, Pesquera y Turística, en una región que básicamente generaría energía hidroeléctrica en el sur con HidroAysén y en el centro con Energía Austral y cultivando salmones en el norte.

La pretendida reconversión de Aysén bajo este formato industrial, es poco sustentable bajo la perspectiva de los que vivimos en la región. De concretarse seria una gran perdida para Chile, de una región que es la ultima reserva ambiental de Chile.  Este plan contaría y se me hace maquiavélico solo de pensarlo, aprovechándose de la mano de obra barata que quedaría en caso de concretarse la ley de Pesca y que esta no contemple a los Pescadores Artesanales y que en definitiva a pesar de todo se construya HidroAysén en la Cuenca del Baker.

Las salmoneras han efectuado una intensa presión por sacar adelante la nueva Ley que presento el Ministerio de Economía. Han realizado un fuerte y extenso lobby empresarial con el gobierno, para conseguir sus objetivos. De llevarse a cabo esta Ley sin el debido respeto hacia los pescadores artesanales como era la intención primaria, se apropiarían indefectiblemente de los fiordos y de las caletas que son utilizadas desde siempre por los pescadores artesanales y además de todo el mar territorial de Aysén.

Las aguas australes de Aysén y de Magallanes, son perfectas para la crianza del salmón. No solo por su limpieza, además necesitan de la denominación de origen para ganar el mercado Europeo que es tan competitivo y exigente. La temperatura del agua de los mares australes es ideal para la actividad y representa el gran botín tan apetecido por los salmoneros.

Las mareas australes son ideales para la actividad salmonera, porque son mucho más poderosas que las del sur, centro y norte del país. Se originan en ríos que desaguan al mar proveniente de glaciares, ventisqueros y campos de hielos, que son sustancialmente más pesadas y por ende sus mareas más fuertes y más pode arrastre, tirando toda la contaminación y los sedimentos que generan mar adentro. Precisamente todo lo contrario de lo que ocurre con las mareas desde Puerto Montt al norte. Donde la contaminación que producen las salmoneras y la industria pesquera se devuelven indefectiblemente a las playas de uso público, por la escaza fuerza de las mareas, haciendo que el costo de inversión suba considerablemente, bajando la rentabilidad de la actividad.

No podemos olvidar que si finalmente si se aprueba la Ley de Pesca sin considerar a los pescadores artesanales, el mar chileno solo producirá pescado para hacer pelet para alimentar salmones. En Chile solo consumiremos pescado del Asia y de la Argentina. Eso seria una terrible equivocación estratégica de subsistencia interna, que nos traería a futuro grandes problemas si no tenemos la capacidad de ser autosuficientes con el extenso litoral que tenemos. Algo así como si Uruguay y Argentina importaran carne de vacuno. El Salmon es un producto de exportación, que en ningún caso estará a disposición para consumo masivo de los chilenos en caso de necesidad alimentaria.