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El desarrollo tecnológico ha brindado mayor comodidad en el quehacer de las personas, no obstante los cambios en el estilo de vida también han generado hábitos de actividad física poco saludables, en especial en niños, dado a desarrollar cada vez menos acciones que involucren movimiento físico, pasando la mayor parte del tiempo en funciones sedentarias como son: mirar televisión, conectados a internet o con juegos electrónicos.

La situación que favorece el desarrollo de enfermedades como obesidad, hipertensión arterial, diabetes tipo 2 y problemas cardiovasculares en general, que perjudican la calidad de vida y la salud mental de la población.

Al respecto, el último informe del Ministerio de Educación de Chile (MINEDUC), relativo al sistema de medición de la calidad de la Educación (SIMCE) de Educación Física, señala que un 44% de los estudiantes chilenos de octavo año básico, se encuentra con sobrepeso u obesidad (MINEDUC, 2013).

“Se trata de datos poco alentadores y que no son distintos a otros encontrados en Latinoamérica, que indican un aumento en el índice de masa corporal (IMC) de los niños de 4 a 14 años. En este sentido, el Ministerio de Educación de Chile, ha realizado recientes transformaciones en la asignatura de educación física, reestructurando su contenido y vinculándola hacia la vida activa y la salud. La situación que obliga a los profesores del área de la educación física fomentar y educar en torno a los hábitos de vida saludable al interior de los establecimientos educacionales, y para conseguir dicho propósito es importante fortalecer y cultivar las conductas adecuadas durante su formación profesional”, explica el docente investigador de la carrera de Pedagogía en Educación Física de la Universidad Autónoma de Chile, Pablo Valdés.

El profesional entrega, además, algunas recomendaciones a seguir: Iniciar de manera progresiva y con actividades de mediana intensidad. Esto ayudará a preparar el cuerpo para enfrentar programas de mayor exigencia como son: las actividades deportivas, corridas o algún programa de moda como zumba, insanity, spinning o entrenamiento funcional.

Por otro lado destaca que las personas deberían elegir actividades que sean de su gusto. Esto es fundamental dado a que las realizarán con mayor ánimo y no se producirá una tortura asistir. Además aportarán en adherencia hacia la práctica de actividad física.

Es importante además, buscar asesoramiento con profesionales del área de la actividad física. De esta forma podrán evaluarse y establecer programas a la medida, cuidando la intensidad, duración y frecuencia, de acuerdo a sus características, puntualiza.

Visitar al nutricionista es importante, debido a que muchas veces la práctica de actividad física genera mayor apetito, lo que trae como consecuencia una alimentación inadecuada. Por último, recomienda, realizarse un chequeo médico para descartar cualquier incompatibilidad con la práctica de actividad física.

En síntesis, la práctica de actividad física debe ser agradable y realizada con asesoramiento profesional, cuidando la ingesta alimenticia dado a que muchas investigaciones demuestran que el peso corporal depende en un 70% de la alimentación y sólo un 30% de la actividad física.