Movimientos Sociales, voceros, política y desarrollo en Aysén

05 Octubre 2012
Luego de la decisión de formar “EL MOVIMIENTO SOCIAL POR AYSÉN-TU PROBLEMA ES MI PROBLEMA” la fuerza que se originó en ese entonces con el apoyo que se logró a nivel regional, que luego se transformó en nacional e internacional, no estaba en los planes de nadie.
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Por Andrés Gillmore Secretario y vocero de Corporación Costa Carrera- Cuenca del Baker Aysén.

La semana pasada la ANEF de Aysén, liderada por Julio López integrante también de la Mesa Social por Aysén, luego de una profunda reflexión y con profundo dolor, se retiró de la mesa social por Aysén al igual que la Coordinadora Regional Anti represas, entregando así un potente mensaje a la ciudadanía aysenina, de que las cosas no están bien con esta organización y que necesita ser re-organizada. Aduciendo básicamente los mismos planteamientos que tuvo la Coordinadora Anti-Represas. Falta de representación de la mesa, de diálogo interno y de un pobre debate de las decisiones y sobre todo con el entendimiento de que los voceros en la actualidad corren con colores propios, sin consecuencia alguna entre el discurso y el actuar interno de Aysén. Aliado a una total falta de representación y reconocimiento de los voceros Ruiz y Fuentes dentro del movimiento. Poniendo una vez más en tela de juicio la forma de proceder de la Mesa Social en Aysén y sobre todo la de sus voceros.

Hoy estos ejemplos son de trascendencia histórica y son un aprendizaje importante para las bases de los movimientos ciudadanos, que marcan los caminos a seguir. Tenemos que tener la capacidad de entender que en definitiva los movimientos sociales ciudadanos no pasan por las personas en forma singular y si no que por la visión plural de los fundamentos en la forma de la representación de las ideas y de los planteamientos. Tenemos que entender que nadie es insustituible, que lo que sustenta los movimientos ciudadanos son las ideas y no las personas.

La característica de los movimientos sociales es que estos son motivados por una decepción enorme ante el modelo de desarrollo. Cuando el ciudadano común se siente perdido, poco identificado y totalmente pasado a llevar, con la sensación inequívoca de que nada puede estar peor, que todas las instancias reconocidas por mejorar su calidad de vida y su entorno han fallado.

En Aysén este sentimiento de todo o nada y de profunda decepción, se ha ido enconando desde hace 6 años a la fecha, desde la llegada de HidroAysén a la región, para represar los ríos Baker y Pascua y destruir la esencia de la cultura de la cuenca del Baker, ícono ambiental de Aysén. Con una transnacional con innumerables faltas en los protocolos de intervención y el olvido de las buenas costumbres, mirando en menos la forma de vida que se lleva en la región. Resumida en la frase que dictaminó el fin de la imagen pública de HidroAysén en Aysén. Cuando su Vice Pdte Ejecutivo Daniel Fernández en un debate público organizado en Coyhaique por la Multi-gremial, dijo: “Los ayseninos se merecen el mismo desarrollo de Santiago y no pueden seguir siendo el patio trasero de Chile”. Dichos que demostraron que HidroAysén no entendía nada de nada y teníamos claro lo que nos esperaría si se concretaba su intención.

El 9 de mayo del 2011 de una fría tarde de otoño, a pesar de todas las irregularidades del estudio de impacto ambiental presentado por HidroAysén, se aprobó el proyecto. Solo fue posible a una gran presión ejercida por el propio gobierno, quien fue juez y parte. Esa tarde-noche cuando se aprobó la intención de la transnacional, el habitante de Aysén cambio para siempre y se transformó en ciudadano y entendió su verdad y su destino.

Nunca se vio en Coyhaique tanta gente en las calles luchando por sus derechos como esa tarde-noche, de un hecho único y fuera de todo contexto en Aysén, que lo hizo posible la tremenda injusticia cometida. En un Aysén que históricamente éramos reconocidos como apáticos en temas públicos, pero que HidroAysén tuvo la capacidad de unirnos y hacernos, de una manera u otra, actuar para defender Aysén ante HidroAysén. Esa noche la capital regional fue el escenario de una batalla no solo en defensa del territorio, también fue la batalla por la defensa de los valores de nuestra cultura y de nuestra forma de hacer, generando un orgullo regional que nos entregó una vitalidad y una entereza que nos recordaron los tiempos de Aladin Jara, un héroe de Aysén del tiempo de los pioneros. Un aysenino que a inicios del siglo pasado salió airoso en su lucha ante las Sociedades explotadoras de ese entonces, el equivalente de hoy a las transnacionales, que liberó a Aysén de la nefasta administración de estas megaempresas extranjeras.

Desde ese día, el 9 de mayo del 2011 se dio inicio en Chile a los movimientos ciudadanos y renacimos ante la adversidad, con los conceptos más claros acerca de cual era nuestra verdad y como debíamos luchar por ella. El adversario finalmente se habia quitado la máscara, se mostraba tal como era, era reconocible. Contábamos además con todo Chile, que habia sabido reconocer nuestra batalla como propia y lo habian demostrado al salir a las calles en monumentales marchas de miles de personas por la Alameda, a reclamar por la injusticia cometida y se hacían participes de nuestra lucha y de nuestros objetivos.

Mucha agua pasó debajo del puente desde esos días, durante casi un año la mecha del movimiento ciudadano que se habia iniciado aquí mismo en Aysén por HidroAysén, se habia extendido como pólvora por todo el país. La lucha ciudadana ahora se dividía en muchos temas que habian quedado en evidencia desde ese día. Lo que habíamos iniciado ese 9 de Mayo en Aysén, habia sido el envión definitivo demostrando que algo habia cambiado en el país y para siempre. Para bien o para mal nuestra batalla nos habia proporcionando la transición definitiva y el camino hacia un Chile mejor, con una nueva manera de ver la vida y sus formas de desarrollo.

Casi un año pasó de una calma expectante de aparente tranquilidad en Aysén. Pero a inicios de febrero del 2012, en una acción para nada premeditada que estaba en el destino histórico de Aysén y de los movimientos ciudadanos, permitido por la falta de respeto del subsecretario de Pesca Juan Pablo Galilea para con los representantes de los pescadores artesanales, ocurrido en un punto de prensa realizado una mañana soleada en la plaza de Coyhaique, colmó la paciencia de los líderes de la pesca artesanal y se decidió organizar un movimiento social en apoyo a los pescadores de Aysén, que ya en ese entonces vislumbraban la intención del gobierno de modificar la actual Ley de Pesca y beneficiar así la pesca industrial. En detrimento de los pescadores artesanales no solo de Aysén como del país en general. Este grupo de líderes de la pesca, invitó a que se les sumaran diferentes organizaciones sociales, para hacer un frente común y tener así más representación y fuerza ante el gobierno por sus reivindicaciones.

Nunca nadie imaginó en Aysén bajo ningún punto de vista, los acontecimientos históricos que vendrían a futuro, del cual Aysén seria la piedra angular. Luego de la decisión de formar “EL MOVIMIENTO SOCIAL POR AYSÉN-TU PROBLEMA ES MI PROBLEMA” la fuerza que se originó en ese entonces con el apoyo que se logró a nivel regional, que luego se transformó en nacional e internacional, no estaba en los planes de nadie. Tampoco nunca nos imaginamos la intransigencia del gobierno y la falta de visión que demostró, al pretender hacer de Aysén un chivo expiatorio un ejemplo ante las demás regiones, al tratar desde un comienzo al movimiento con el yugo que solo lo pueden dar la indiferencia y las Fuerzas Especiales. De una represión que sorprendió por su crudeza y la falta de respeto hacia los derechos y a los valores más elementales del hombre como hombre en democracia. Que solo lograron que la lucha fuese aun más encarnizada y desprolija en las calles de Puerto Aysén, que por momentos tuvo ribetes épicos y permitieron actos heroicos que marcaron para siempre Aysén y nos transformamos en el ícono y en el ejemplo de la rebeldía ciudadana, ante una forma de gobernar sin capacidad de reflexión.

Los voceros del Movimiento se transformaron en verdaderos líderes ciudadanos a nivel nacional como nunca antes se habia visto en Chile. Tuvieron su momento culminante cuando la Mesa Social fue invitada a la Moneda para ser escuchada y ser recibida en gloria y majestad por el Ministro Hinzpeter. Fueron vitoreados como héroes, cuando en verdad no habíamos conseguido nada y esto solo comenzaba y aun quedaba el verdadero trabajo. A instancias del propio gobierno y las trampas de los políticos, los voceros que eran admirados por sus conciencias, su honestidad y su arrojo en el discurso, perdieron la brújula en el tráfico de la hora del rush de Santiago y de los programas de política de los canales de la TV abierta auspiciados por el mismo gobierno y cayeron en las trampas emocionales de no saber lidiar con un mundo poco confiable y lleno de confabulaciones.

Los voceros que hasta ese momento habian entrado en batalla por su gente, sus convicciones fundamentados en los objetivos sociales que representaban en nombre de todo Aysén, no tuvieron la preparación y la visión adecuada para reconocer que estaban haciendo historia y carecieron de la habilidad necesaria para sacarse de encima la farándula política y se transformaron en un bien de consumo político, que literalmente se los tragó y los utilizó para sacarles provecho político de la representación con la que llegaron ese día a la Moneda y con ello posibilitaron la succión del Movimiento .

Desde ese momento el gobierno, los partidos políticos en su conjunto y en especial la Democracia Cristiana y los Socialistas, no cesaron en crear trampas para sacar provecho político del movimiento y de su proyección. Literalmente los embaucaron. Esto se concreto através de Patricio Walker, senador DC por Aysén, que no dudó en encandilar al vocero estrella, el que hablaba bonito, Iván Fuentes, el que marcaba la diferencia. Prometiéndole un escaño como diputado y lo posicionó para que diera charlas motivacionales por el país y que apoyara a candidatos DC en Santiago para las municipales, obligándolo con el espejismo de la ganancia personal a olvidarse de sus raíces y de su verdad, desperfilándolo totalmente fuera de sus fundamentos y de su esencia, que era ante todo el de la ciudadanía de Aysén y no la de los partidos políticos.