Movimientos, lideranzas, vocerías y Patagonia Sin Represas en Aysén

28 Junio 2012

Patagonia Sin Represas se retiró de la Mesa pero no del Movimiento, que es inherente al fundamento de vida de organización, enmarcado en el lema “Aysén Reserva de Vida”.

Andrés Gillmore... >
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El Movimiento Social por Aysén es un ícono nacional, la demostración cierta de lo que se puede lograr cuando existe solidaridad, conciencia, confianza, superación y unión ciudadana. Es el ejemplo de lo que se puede hacer con la fuerza de toda una región en pos de un objetivo en común. Bajo el lema “tu problema es mi problema” se protestó en las calles por la dignidad de Aysén, como ninguna otra región lo habia hecho en Chile, marcando a fuego los movimientos ciudadanos presentes y futuros. No fue fácil, hubo sufrimiento, sin sabores, heridos, presos, pérdidas económicas, desrespeto a los derechos humanos. Pero a pesar de todas las implicancias fue un mérito de Aysén y de la Mesa Social. El ejemplo real de que los tiempos habian cambiado, que el mundo ciudadano marcaba su presencia y se proyectaba, con un discurso diferente de una visión nueva de gran proyección, entregado con humildad enérgica y mucha verdad.

La noticia de que Patagonia Sin Represas atraves de su coordinadora regional en Aysén, había decidido salirse de la Mesa Social, fue una sorpresa para muchos, pero es un fiel reflejo de la realidad actual, de la dinámica social tan cambiante. Había llegado el momento que Patagonia Sin Represas volviera a su independencia. Se retiraba de la Mesa pero no del Movimiento, que es inherente al fundamento de vida de Patagonia Sin Represas, enmarcado en el lema “Aysén Reserva de Vida”.

El Movimiento Social tuvo la gran virtud de responder a objetivos transversales, de reflejar los problemas verdaderos de la ciudadanía aysenina. Sin ideologías de ninguna especie, con la energía que solo un Movimiento Ciudadano puede entregar, esa diferencia fue lo que fundamentó la energía en el hacer y en ello se arquitectó su fuerza, permitiéndole la superación a pesar de todos los inconvenientes normales de los movimientos ciudadanos, que responden a hechos concretos y son el reflejo de la impotencia enconada, cuando no se tiene nada y se quiere todo.

La Mesa Social fue el repudio en forma práctica al mundo político actual, que no había tenido la capacidad de entender el problema de fondo de Aysén. Que entre otros problemas sociales, hoy es la región más codiciada de Chile por las grandes empresas transnacionales, que alineados con el gobierno pretenden apoderarse de su riqueza natural. El gobierno obtuvo el 64 % de los votos en Aysén, votos que reflejaban la esperanza de un cambio, pero nada cambió y la represión en los momentos complicados del Movimiento nos recordó los años de la dictadura.

Patagonia Sin Represas fue la sustentación que permitió la movilización y el accionar del Movimiento en forma práctica. En la misma Mesa Social los asesores que le daban forma al proceso y al discurso, eran de Patagonia Sin Represas. Alejandro del Pino, arquitecto, Presidente de la Corporación Costa Carrera de la cuenca del Baker, líder desde siempre en contra de las represas. Víctor Formantel aysenino de verdad, que desde las mismas bases de las organizaciones ciudadanas de Patagonia Sin Represas, se sumó a la mesa por ser el enlace con el movimiento de los Pescadores Artesanales. Patricio Segura periodista de Patagonia Sin Represas, que por su profesión y su vasta experiencia, se transformó en el encargado de prensa del Movimiento entregándole forma al discurso público, en una Mesa con buenas intenciones pero poco preparada.

Patagonia Sin Represas fue el alma y la conciencia del Movimiento, que posibilitó a la Mesa que fuese ordenada y representativa y sin duda lo lograron, ante un gobierno que en un principio la miró en menos y pretendió desecharla, por un desdén poco apropiado que le costo al gobierno la salida de un Ministro de Estado (Álvarez), por el agravio de no considerar como se merecía a la expresión mas verdadera en democracia de una ciudadanía dispuesta a todo por hacerse respetar.

Con el pasar de las semanas quedó en evidencia, que el gobierno no transaría en los puntos trascendentes para Aysén; las consultas ciudadanas que atañía directamente el tema de las represas y la ley de Pesca. Temas de gran trascendencia para el futuro de Aysén.  El resto era conversable. En las semanas siguientes se entendió que a pesar de que la Mesa era reconocida a nivel nacional, todo había sido parte de una teatralización estratégica ideado por el gobierno para anular a Patagonia Sin Represas y a los Pescadores Artesanales, que al tenerlos en la Mesa Social eran controlables y predecibles. La estrategia se coronó cuando la Mesa Social fue invitada a la Moneda. Se pensó que se había ganado la voluntad del gobierno para conseguir un cambio verdadero, pero en verdad nunca fue así, ni cerca estuvimos. Era la estrategia puesta en acción “de hacer que se hace, pero no se hace”.

Lo que logró la Mesa estaba en carpeta, eran prerrogativas lógicas y sin minimizar los logros con la perspectiva del tiempo se confirman, pero sin duda fue un excelente trabajo, pero fue decepcionante al hacer la raya para la suma y eso nos tiene que dejar la enseñanza que debemos mejorar en estos aspectos y no ser tan ingenuos en nuevas negociaciones.

Los pescadores artesanales liderados por Henry Angulo, se descolgaron del movimiento apenas la Mesa fue a la Moneda. Duchos en estas lides nunca le creyeron al gobierno y entendieron al instante lo que ocurría, el fundamento había cambiado y no podían seguir siendo parte, aunque los mismos voceros del la Mesa fuesen sus representantes, Iván Fuentes y Misael Ruiz.

Entre los Pescadores Artesanales había diferentes visiones unos a favor y otros en contra de la nueva ley de Pesca. El tiempo le dio la razón al grupo de Henry Angulo, que lo mejor era salirse de la Mesa y negociar por su cuenta. Tanto fue así que este grupo disidente de más de 1000 pescadores de Aysén, hoy es parte de la organización nacional de Pescadores Artesanales, en contra de la intención del gobierno de cambiar la ley de Pesca.

La decisión de salirse de la Mesa no fue fácil para Patagonia Sin represas, se esperó por varias semanas para ver si el escenario cambiaba, si sucedía algo que justificara la permanencia. Se esperaba una señal que permitieran una renovación en la forma y dieran una señal positiva a las organizaciones ciudadanas que pedían rienda y hacerse parte. Pero nada de eso sucedió. Luego el gobierno cedió ante el ultimátum de Colbún, al amenazar con retirar el estudio de impacto ambiental del trazado de las torres de alta tensión, entrando casi inmediatamente en negociaciones urgentes para agilizar la carretera eléctrica y continuar con las intenciones de HidroAysén y de Energía Austral, sin prestar atención al punto 4 del petitorio sobre las consultas ciudadanas, aun en plena negociación, que estipulaba claramente en un acuerdo de caballeros, que nada se podía hacer en referencia al tema de las represas, si aun no se zanjaba el tema de las consultas ciudadanas.

El retiro de la Mesa no ha significado que Patagonia Sin Represas se retirara del Movimiento Social por Aysén. Patagonia Sin Represas se retiro de la Mesa pero no del Movimiento. Son energias y dinámicas diferentes. El Movimiento Social por Aysén es Patagonia Sin Represas y el Movimiento Social es Patagonia Sin Represas y lógicamente se sigue siendo participe de sus fundamentos y de sus objetivos, porque en ellos están resumidos los valores de la región, su historia, su cultura y su forma de hacer. En una región que se debe a si mismo y que no claudicará ante nada por su verdad. Porque en ello esta en juego su proyección y su futuro.