Los verdaderos revolucionarios

Los verdaderos revolucionarios

19 Mayo 2012

Vivir con $182.000 es solo para valientes a cara descubierta.

Walter Herrera ... >
authenticated user Corresponsal

Cuando hablamos de revolución, de inmediato, dependiendo del dogma político, se producen inquietudes fisiológicas, para algunos en el corazón, para otros en el estomago, inquietudes que de alguna u otra manera trascienden para accionar actitudes que favorecen y otras que anulan la idea que en Chile exulte una revolución que transforme el actual sistema que fomenta la injusticia e inequidad social, ya sea  en la educación, la salud, el trabajo, la vivienda, etc.

En algún sentido y gracias a la incansable persecución que sufrieron los comunistas durante la dictadura, la sociedad atribuye la revolución a este sector político. En la actualidad y gracias a la incansable persecución que han sufrido los estudiantes y los mapuches, la sociedad atribuye la revolución a estos grupos, que se han presentado decididos a cambiar la actual situación que los aqueja.

La idea mas profunda que hemos concebido de una revolución es caos y tragedia, muerte y sufrimiento, angustia y opresión, lo que nos ha hecho vivir considerando el acto de la revolución como una instancia que nunca debiésemos tomar por sus consecuencias, además de esto,  las incesantes cargas comunicacionales que hemos recibido,  nos dicen que rebelarse no es el camino, que criticar no es la forma y que PARAR, no le hace bien al país.

Sin intenciones de querer alarmar, tengo que decir que en Chile la revolución es una realidad, en Chile existen personas que día a día cambian y transforman radicalmente el pasado inmediato, que luchan sin alardear con camisetas del che, sin piedras en sus manos  y que continuamente se revelan a lo que el presente les depara.

Personas que se revelan a lo que la lógica y el sentido común dirían que es imposible, como por ejemplo pretender sustentar a una familia con ciento ochenta mil pesos mensuales, y darles comida, luz, agua, gas, educación, salud, una casa, vestuario, etc. Hoy en Chile vivir de esta forma, es un acto revolucionario, es hacer posible lo imposible.

Vivir con la esperanza que la hora del medico especialista llegará, es un acto esencialmente revolucionario,  vivir considerando que el dinero alcanzara para el pan a fin de mes, es solo para revolucionarios.

Los verdaderos revolucionarios no están encapuchados, están intentando todos los días de entregar dignidad con la indignidad con la que son pagados.