La relación de nuestros pensamientos y el aura de La Tierra

La relación de nuestros pensamientos y el aura de La Tierra

09 Octubre 2011

El ser humano pone cada vez más en juego su propia base existencial. Según un análisis de la asociación de protección del medio ambiente IUCN, la Tierra se dirige hacia una extinción masiva de especies...

Juan Lama Ortega >
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El ser humano pone cada vez más en juego su propia base existencial. Según un análisis de la asociación de protección del medio ambiente IUCN, la Tierra se dirige hacia una extinción masiva de especies. Sin embargo culpable de ello no es el cambio climático, que parece algo anónimo y ajeno a nosotros, como si el cambio climático fuera el asesino principal, sino que es el ser humano.

Indudablemente si todo continúa como hasta ahora, con seguridad que el próximo año 2012 será todo mucho peor y para ello no necesitaremos ni supervolcanes ni tormentas solares, a pesar de que muchas voces hablan de que los mayas predijeron el hundimiento de su propia cultura y que ellos fueron los causantes del mismo. Hoy la pregunta para cada uno de nosotros es: ¿se podría hacer todavía algo para evitar esa catástrofe o cual sería el comportamiento adecuado en vista de lo que ya tenemos ante las puertas? Se habla mucho de cambiar el estilo de vida, de consumir menos energía y de comer menos carne, aspectos esenciales contra el calentamiento climático, sin embargo no es suficiente.

En la película 2012 se podían ver enormes arcas de salvamento, algo que hay que desterrar de la lógica, por otra parte muchos piensan que siempre habrá zonas seguras, pero realmente el arca de salvamento está en cambiar hacia lo positivo, hacia lo bueno en nosotros mismos, orientándonos a la fuerza interna que vive en el interior de cada uno y que siempre ayuda. Y la preparación para ese tiempo tiene lugar en cada instante. Seguro que también puede haber una preparación externa, con la que uno puede prevenirse para posibles momentos de emergencia, pero la preparación real tiene lugar en el interior y eso es posible en cada instante, esforzándonos en aspirar a cumplir los Diez Mandamientos y el Sermón de la montaña de Jesús de Nazaret y a vivir según ellos en la vida diaria. Esto es lo único que puede ayudar en una situación crítica a comportarnos de manera correcta.

Desde hace más de 35 años a través de la profecía actual dada a través de Gabriele de Würzburg, el espíritu de Dios ha dado advertencias a las personas en un momento en que no se sabía nada sobre el cambio climático, exhortándonos a dar la vuelta antes de que las causas creadas por nosotros mismos se convirtieran en efectos. Con seguridad que Dios no trasmitió todas esas Manifestaciones sobre el estado dramático de la Tierra para crear alarma ni miedo, sino que era una llamada para cambiar y dar la vuelta a tiempo. Estamos destruyendo este mundo, todo nuestro entorno, no sólo con nuestra actividad externa esparciendo venenos por doquier, sino que también lo hemos destruido con nuestros pensamientos. La fuerza de nuestros pensamientos, los contenidos de nuestros pensamientos y palabras son exactamente igual de venenosos y destructivos que nuestras actuaciones.

Ese es al fin y al cabo el clima que llevamos en nosotros, y eso es también lo que podría cambiar la situación climática y toda el aura del planeta en su conjunto. Y se debería mirar todo esto como una gran oportunidad, pues el Espíritu de Dios siempre nos ha tendido la mano, siempre nos ha advertido para cambiar nuestro comportamiento. Justamente ahora tenemos la posibilidad de aceptarlo y de pensar: ¿qué nos quiere Él decir con ello? El dijo: "la Tierra será purificada". Jesús de Nazaret dijo: “Yo lo hago todo nuevo. Se formará un nuevo cielo y una nueva Tierra." ¿Y cómo sucederá? Si cumplimos en la vida diaria los Diez Mandamientos y el Sermón de la Montaña de Jesús de Nazaret, estaremos activos actuando en contra de la destrucción de este planeta y entonces se frenará de alguna manera el cambio climático.

Juan Lama Ortega

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