La profunda huella de contaminación de Agrosuper

La profunda huella de contaminación de Agrosuper

26 Mayo 2012

as denuncias por contaminación en Freirina en contra de Agrosuper no son novedad para quienes conocen el prontuario medioambiental de la empresa, que durante más de diez años ha sido cuestionada por sus prácticas. 

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Denuncias de contaminación al río Tinguiririca y el estero Las Cadenas en 2003, contaminación por aguas servidas en el Lago Rapel el 2008, malos olores y sobreexplotación de agua en San Pedro de Melipilla y  la destrucción del patrimonio del humedal El Yali en San Antonio, son parte del prontuario medio ambiental de la empresa Agrosuper, que se suma al conflicto recientemente surgido en Freirina.

El holding de Gonzalo Vial, que reúne las marcas  Súper Pollo, Súper Cerdo, Sopraval, Súper Salmón y La Crianza, además ha recibido millonarias sanciones por acumulación, derrame y acopio de lodos, derrame de riles y problemas con las lagunas de tratamientos, entre otras infracciones.

Así también lo confirma el director del Observatorio de Conflictos Ambientales, Lucio Cuenca, quien afirma que la expansión de la empresa ha generado varios desastres ambientales en las zonas donde se ha instalado.

“El proyecto de Agrosuper en Freirina es la máxima expresión de lo que ha sido la expansión de esta empresa, que hace más de diez años ha venido en un período de crecimiento y de instalación de estos planteles de crianza de animales, que están causando serios estragos ambientales en los territorios donde se instala. Está generando muchos perjuicios, sobre todo, en las comunidades concentradas entre la Sexta, la Región Metropolitana y ahora en el Valle del Huasco”, indicó Cuenca.

De hecho, lo sucedido en Freirina reflotó el conflicto en San Pedro de Melipilla, donde los habitantes no solo denuncian malos olores desde la planta de Agrosuper, sino también mal uso de las aguas, lo que habría llevado a esta localidad a ser una de las más afectadas por la sequía de afecta a la zona central.

Según Lucio Cuenca, en este caso, por sobre los resguardos al medio ambiente y las comunidades, ha primado una “prioridad política que han fijado los últimos gobierno en términos de transformar a Chile en lo que se denomina una potencia agroalimentaria y forestal. Y esa prioridad, establecida hace varios años en los Gobiernos de nuestro país, ha llevado a que se sea muy permisivo que se dé  ‘manga ancha’  a todos los proyectos que tienen que ver con esta prioridades de la política agroalimentaria y forestal del país”, dijo.

En este aspecto coincidió  la directora de Terram, Flavia Liberona, la que además añadió que que el conflicto en Freirina es una muestra más que la reciente institucionalidad ambiental en Chile no está funcionando y debiera ser reformada.

“Que el Gobierno se decida a hacer una nueva reforma donde de verdad se solucionen los problemas ambientales o, por lo menos, se apunte a solucionar esos problemas, con mayores competencias, con mayor financiamiento, con mayor apoyo a las comunidades. Estamos muy en pañales para hablar que tenemos un marco regulatorio adecuado, porque lo que es evidente hoy es que la institucionalidad ambiental no funciona”, aseguró Liberona.

A las denuncias por contaminación también debe sumarse la acusación por colusión que hizo la Fiscalía Nacional Economía en contra de Agrosuper, Ariztía  y Don Pollo, quienes desde 1994 habrían acordado cuotas de producción y comercialización para repartirse el mercado, cuestión que sigue siendo investigada y por la que podrían pedirse millonarias sanciones.