La garantía del regalo del Papá

09 Junio 2012

Cuando una persona compra un producto nuevo que sale malo, tiene derecho a elegir entre el cambio, la reparación o la devolución de lo pagado durante los tres primeros meses desde la compra.

Marta Daud Tapia >
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Se acerca una nueva celebración del Día del Padre, y si bien lo importante es el cariño, muchos demostrarán sus sentimientos con regalos. Sin embargo, se puede pasar rápidamente el entusiasmo a la decepción cuando el obsequio presenta fallas de calidad o se echa a perder con un uso normal.

En este sentido, es importante que los consumidores conozcan sus derechos, entre ellos, la garantía legal. Esto significa que cuando una persona compra un producto nuevo que sale malo, tiene derecho a elegir entre tres opciones: el cambio, la reparación o la devolución de lo pagado presentando la boleta o un comprobante, durante los tres primeros meses desde la compra.

Esto significa que no aplica porque no le gustó o no le quedó bien la talla. Sin embargo, hay productos como algunos electrodomésticos o los automóviles, por ejemplo, que tienen garantía voluntaria que ofrece la empresa ampliando el plazo de cobertura o complementando la garantía legal, pero exige ciertas condiciones como una revisión técnica en servicios autorizados para determinar la falla. Por eso, si existe garantía voluntaria, primero hay que cumplir con lo que indica la póliza.

Si falla nuevamente, usted puede exigir que se apliquen las condiciones de la garantía legal en el plazo que dure la garantía voluntaria. Es decir, exigir el cambio, la reparación o la devolución de lo pagado. Asimismo, algunas empresas ofrecen 10 días para cambiar un producto sin motivo.

Ésta se trata de una garantía voluntaria para satisfacer a los clientes, pero eso no significa que el consumidor pierda su garantía legal si el producto tiene fallas. Para ejercer su garantía, el consumidor debe tener las mismas facilidades que tuvo al comprar. Eso significa que no pueden limitarlo a horarios distintos a los que compró o derivarlos a otros lugares para hacerla efectiva.

Una práctica común de algunas empresas es que indican en los carteles o timbres en las boletas que no responden por cambios o devoluciones. Esos anuncios no tienen ningún valor pues es el consumidor, y no la empresa quien elige cómo ejercer la garantía legal.

Recuerde además que no por comprar más barato, se tienen menos derechos. Cuando un consumidor compra un producto nuevo, aunque esté más barato, tiene derecho a su garantía. La excepción es cuando el producto es usado, refaccionado o de segunda selección, pero siempre que la empresa lo informe claramente antes de compra. No basta con que sólo lo diga la boleta.

Por otro lado existe la mal llamada "garantía extendida", que es la ofrecida por las empresas como un servicio adicional complementario o una especie de seguro que amplía el plazo de la garantía original. Lo relevante es tener claro que se trata de un servicio por el que se paga y el consumidor es libre de aceptar o no su contratación. Es esperable es que las empresas respeten los derechos de los consumidores y entreguen facilidades y no dificultades a los consumidores para ejercer la garantía.