La destrucción de Aysén no es la solución energética de Chile

La destrucción de Aysén no es la solución energética de Chile

12 Febrero 2012

Chile al dia de hoy lamentablemente es un país destruido ambientalmente, Aysén es la última frontera, la gran oportunidad de hacer las cosas bien.

Andrés Gillmore >
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Cuando vemos en la practica lo que es la matriz energética de nuestro amado Chile, que se ha sustentado en estos años en el diesel, carbón e hidroeléctricas de muro de contención, nos damos cuenta en primera instancia que en pocos años con la huella de carbono que estamos dejando y dejaremos, nos transformara de seguir así, en uno de los países mas sucios no solo de Latino América, como del planeta en general y, eso le significara grandes costos económicos a las futuras generaciones que vendrán, que tendrán que lidiar con un problema insalubre de difícil solución y de ardua reestructuración, si es que no tomamos las providencias necesarias y de una ves, haciendo la reconversión necesaria a renovables.

Es una decisión difícil dado la realidad del modelo económico actual, que han permitido los gobiernos, ya que implica un cambio de conciencia en nuestros gobernantes, de una manera diferente de hacer las cosas, que nuestros acreedores (transnacionales) no están acostumbrados, pero en algún momento tenemos que empezar y debe ser ahora, si es que queremos ser competitivos en los próximos años comercialmente.

Llevamos décadas sin tener una visión acertada en este tema y somos en verdad solo un castillo de naipes y lo que es peor aun, lo que se quiere hacer en materia energética como solución final al tema energético, es simplemente una aberración. Al pretender destruir para siempre la región de Aysén con ese fin. En un territorio de excepción, que es la ultima frontera ambiental del país, que representa ante todo la esperanza cierta de la nueva forma de hacer las cosas. Región que además representa mucho mas libre de represas y de contaminación como imagen país, que destruida por proyectos energéticos que no solucionan en nada la crisis energética y, tampoco mejoran la vida de las personas. Solo contribuyen para ensuciarnos aun más y nos dejan de manos atadas para entrar en la via correcta de una nación que pretende ser en vías de desarrollo.

Lo que se busca en verdad con la imposición por parte del gobierno actual de posicionar las represas en Aysén, es una solución fácil que solo favorece al mundo de los negocios y que por sobre todo no les genere problemas a las transnacionales y sus socios chilenos y estos puedan operar sin restricciones con la mínima inversión y eso no puede ser. Según cifras que circulan en el medio minero internacional, la inversión proyectada para los próximos veinte años en esta área en el país, seria de cincuenta mil millones de dolares. Lo que es en si mismo una buena noticia. Lo que no es una buena noticia, es que tengamos que destruir Chile para generar esta energía para que operen estas transnacionales mineras y, saquen jugosas ganancias en detrimento de los habitantes de las regiones pretendidas y es en eso en donde radica lo ruinoso de la estrategia energética impuesta por el actual gobierno. Que no favorece al hombre y si a las empresas, de un formato que no podemos permitir, porque seria invariablemente la autodestrucción de lo que somos y lo que representamos como cultura y forma de hacer, no solo en Aysén como en la nación como un todo.

La lógica impuesta por estas transnacionales a los gobiernos de turno desde la entrada en democracia, tanto de la concertación como de la alianza, es a la inversa de la lógica básica con la cual los estados soberanos se relacionan con estas transnacionales, que ante todo defienden lo suyo y no les interesa en lo mas mínimo, si es que para lograrlo destruyen Chile entero en la búsqueda de sus ganancias. Hecho que indica a todas luces que en la variable energética esta la verdadera preponderancia y la sustentabilidad de los proyectos de la mega minería en Chile.

Lo que se debería hacer y no es nada nuevo, es obligar a estas transnacionales a generar como mínimo un 30% de la energía que necesitan, con energias renovables en sus mismos puntos de operación y, no esperar que el estado de Chile haga caso omiso de los malos proyectos energéticos pretendidos por los privados (HidroAysén, Xstrata, Isla Riesco) destruyendo una region completa como Aysén a miles de kilómetros en el otro extremo del país, para permitirles operar en lo que se puede decir en estado de gracia. Sin responsabilidades, burlándose de todos nosotros y mas encima con grandes utilidades.

Chile al dia de hoy lamentablemente es un país destruido ambientalmente, Aysén es la última frontera, la gran oportunidad de hacer las cosas bien y demostrarnos que somos capaces y consecuentes en la forma de ver el desarrollo. Lamentablemente nuestros gobernantes no han tenido una visión periférica de lo que representa en verdad un desarrollo apropiado, que mire el futuro en forma acertada. Nos hemos dejado llevar por el inmediatismo económico, aceptando un modelo impuesto por afuerinos, con un modelo que de verdad es inaplicable, sustentado en el consumo y no en el ahorro como debería ser. Abriéndoles las puertas a las transnacionales, sin ponerles reglas claras, con una fiscalización adecuada, de situaciones que en los países de orígenes de estas mismas transnacionales no les son permitidas, por la destrucción que generan.

Necesitamos un rayado de cancha con altura de mira, que nos permita aliar el progreso y el desarrollo con la consecuencia ambiental. De un ítem que hoy es de importancia vital y necesario si se quiere sobrevivir de buena manera, que es sin duda la piedra angular del presente-futuro del mundo de hoy, en lo que a desarrollo se refiere.

El territorio de Aysén es lo que se podría decir la gran oportunidad de hacer las cosas bien y en eso deberíamos fundamentarnos en el concepto aysenino “Reserva de Vida” de una forma moderna y acertada de ver el presente, proyectándonos hacia el futuro. Un pais que no tiene la capacidad de entender que no solo de pan vive el hombre y que Aysén representa mucho más que solo bosques y ríos, es en verdad un país sin futuro. De una situación que pagaremos inapelablemente en un tiempo no muy lejano, con las consecuencias negativas de no haber tenido la proyección necesaria, para entender la verdad de lo que esta en juego y, lo que representa una región como Aysén en la globalidad de la visión del Chile moderno y actual.

 Por Andrés Gillmore Secretario y vocero Corporación Costa Carrera-Aysén