Desarrollo regional y derechos de agua en la región de Aysén

Desarrollo regional y derechos de agua en la región de Aysén

29 Noviembre 2011

Si queremos un desarrollo con proyección en la región de Aysén y en las demás regiones del país, no podemos basarnos en un modelo solo sustentado en las variables económicas y financieras, sin entender la importancia de las variables sociológicas, culturales y territoriales.

Andrés Gillmore >
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Si queremos un desarrollo con proyección en la región de Aysén y en las demás regiones del país, no podemos basarnos en un modelo solo sustentado en las variables económicas y financieras, sin entender la importancia de las variables sociológicas, culturales y territoriales. El proceso de búsqueda del desarrollo en las regiones, no solo comprende las mejoras económicas de estos territorios, también deben basarse en la búsqueda de mejorar las condiciones de vida de los habitantes, respetando su idiosincrasia, su forma de hacer y su independencia cultural, con políticas efectivas de integración. Imprescindibles si queremos un autentico desarrollo con proyección y altura de mira, que permita a todos los chilenos y no solo a algunos el tan ansiado bien estar con igualdad de oportunidades hacia un futuro mejor.

Esta deficiencia ha quedado en evidencia en Aysén por el proyecto pretendido por –HidroAysén- y en Magallanes por el proyecto carbonífero -Isla Riesco-. Justificándose estos proyectos energéticos, atraves de la variable económica como único medio de medición, sin respetar el fundamento social, cultural e histórico de Aysén y Magallanes como un todo. Principalmente porque el modelo económico que hoy nos rige, tiene una estrategia de dominación económica, con la excusa ideológica que es para la superación de la pobreza y el bien de todos. Cuando en verdad es solo un negocio mas para las transnacionales, que dominan las estrategias de desarrollo del país, con negocios de alta rentabilidad, porque simplemente no son bien fiscalizados y carecen de la transparencia necesaria en los protocolos de evaluación, dejando de lado el ítem social y medio ambiental, por un vacio legal de la ley ambiental vigente, que permite la aberración que estas mismas empresas interesadas presenten sus propios estudios de impacto ambiental, sin una contra parta a la altura  y profesional, que defienda los intereses de las comunidades.

Toda nación emergente y Chile no escapa a la regla, tiene como objetivo el desarrollo, pero desarrollarse sin las condiciones adecuadas ¡no esta bien!, con ello solo se permite el desbalance y la inequidad social. La transparencia eficaz de la información y la ética de los procedimientos, es lo que permite la estabilidad y la consolidación del proceso. Eso solo se logra con una dinámica integradora con respeto y sensibilidad hacia las regiones.

Estas omisiones las podemos apreciar en un tema fundamental como lo es la comercialización y el uso de los derechos de agua, realidad que se vive in situ en Aysén por esta omisión del modelo. Donde a finales de la administración militar estos derechos les fueron cedidos a perpetuidad y sin costo alguno a ENDESA España, que luego los vendió a -ENEL- hace unos años, con una gran ganancia económica, -vulnerando los derechos de todos los chilenos-. Aberración que le ha costado caro al país en sus bienes esenciales, en detrimento de los habitantes de Aysén y de la nación. Sobre todo si tomamos en cuenta que el recurso agua no es un bien corriente e ilimitado, hoy de gran escasez mundial, de importancia estratégica y vital para la sobrevivencia de los pueblos por la multiplicidad de sus usos. En el caso de Aysén es aun más complicado, ya que el robo de estos derechos fueron precisamente en el territorio de la cuenca del Baker, -que es el que pretende intervenir HidroAysén-, que es al dia de hoy la segunda reserva de agua dulce del planeta después de la Antártida. Hoy estos derechos de agua no son chilenos, si de HidroAysén, filial chilena del grupo Matte y ENEL-Colbun. Permitido por la liberalización del mercado del agua en Chile, -modelo solo puesto en practica en Chile-, por una reglamentación inadecuada del mercado del agua. Con un marco institucional deficiente, que no tiene en cuenta los intereses de los habitantes de los territorios pretendidos y la falta de mecanismos adecuados de intervención de los poderes públicos regionales a favor de los habitantes. Hoy en dia en el tema del agua solo se respeta el derecho de las transnacionales, además que estos derechos de agua son considerados independientes de los derechos de la pose de la tierra y se pueden vender al mejor postor, con carácter de propiedad privada, sin tomar en cuenta a las comunidades y sus habitantes.