Corporación Humanas condena violencia policial contra secundarias desalojadas de liceos en toma

Corporación Humanas condena violencia policial contra secundarias desalojadas de liceos en toma

17 Agosto 2012

Violencia sexual policial se ha constituido en un patrón de conducta de estos agentes estatales hacia las mujeres estudiantes, por su condición de género.

Comunicado >
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Múltiples denuncias de desnudez forzada y violencia genérica de parte de carabineros contra estudiantes secundarias detenidas tras los desalojos de los liceos de Santiago ha recibido Corporación Humanas, las que se suman a los casos de una menor de edad y una universitaria en los que la organización de derechos humanos de mujeres presentó querellas por violencia sexual policial.

Santiago, Antofagasta, Rancagua, Calama son sólo algunas de las ciudades donde se han conocido casos de violencia sexual policial, en las que estudiantes secundarias y universitarias han denunciado tocaciones indebidas de carabineros en las comisarías y en los vehículos policiales, cuando han sido detenidas por participar en movilizaciones estudiantiles; desnudez forzada en los baños de las unidades policiales y obligación de hacer ejercicios en esa condición, incluso durante su periodo menstrual; maltrato verbal, insultos, golpes y amenazas.

Incluso hay un caso en que a una joven estudiante varios efectivos policiales le propinaron lumazos, le pegaron en la vagina y se bajaron los pantalones delante de ella, frotándole el pene en la cara y en el cuerpo, durante su traslado a la comisaría, que duró más de tres horas.

Querellas por violencia sexual

En enero pasado, Corporación Humanas interpuso una querella criminal en contra de quienes resulten responsables de violencia sexual cometida en contra de una estudiante secundaria, Javiera Sepúlveda de 14 años, detenida por Fuerzas Especiales de Carabineros durante la instalación de un campamento en la rivera del río Mapocho. Y en junio, presentó otra querella por aplicación de apremios ilegítimos por parte de la policía en contra de una estudiante universitaria durante una manifestación de apoyo a la educación y al movimiento de Aysén.

Carolina Carrera, Presidenta de Corporación Humanas, sostuvo que en los dos casos en que se presentaron querellas se vuelve a constatar un patrón de agresión de carabineros hacia jóvenes estudiantes mujeres, que tiene un fuerte componente de violencia sexual. “Esta forma específica de represión se ha constituido en un patrón de conducta policial hacia las mujeres estudiantes, por su condición de género”, sostuvo.

 

“Los abusos policiales que se han generado en las movilizaciones estudiantiles, en el caso de las mujeres tienen una marcada connotación sexual, constitutiva de una violación a los derechos humanos de las mujeres consagrados en tratados internacionales”, afirmó.

“Una vez más hemos vuelto a confirmar que esta violencia hace parte de un continuo. Las mujeres normalmente somos víctimas de violencia física, sexual, económica, institucional y psicológica, entre otras, pero es en momentos de conflicto político que estas se acentúan y agravan”, aseguró la Presidenta de Corporación Humanas.

Agregó que la persistencia de este continuo de violencia se debe a que este tipo de agresiones gozan de invisibilización e impunidad. “Las autoridades no las previenen, no las investigan ni sancionan a los responsables”.

Agresión sexual

Por su parte, la propia abogada de Corporación Humanas que ha llevado los casos, Patricia Rada, sufrió una agresión sexual de un funcionario policial cuando ella lo encaró por la excesiva violencia con que reprimía a los/as estudiantes durante la manifestación de los secundarios que no fue autorizada la semana pasada. “Cuando confronté a un funcionario policial diciéndole que era abogada y que estaba haciendo uso desmedido de la fuerza contra los estudiantes, éste me dijo ´ándate pa’ la casa a cuidar a los niños´. Y posteriormente otro carabinero, me empuja con su escudo y luego lo hace a un lado y me empuja con sus manos agarrándome los senos”.

Patricia Rada explica que la violencia sexual que Corporación Humanas ha denunciado, se ejerce contra las mujeres por el hecho de serlo. “Estas manifestaciones de violencia estatal tienen por objeto reprimir a las mujeres enviando el mensaje ´a ti mujer este espacio público no te corresponde, te castigo, castigo tu cuerpo para castigar a todas las mujeres´ y enviar el mensaje de que su incursión en el mundo político no le corresponde”, enfatizó.

La abogada recordó que el Estado chileno debe respetar la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (conocida como Convención de Belem Do Pará), vigente en Chile desde 1998, que prohíbe la violencia física, psíquica y sexual en contra de las mujeres, tanto si ocurre en el espacio público como privado, en particular si es cometida o tolerada por el Estado o sus agentes.