La institución policial afirmó que las niñas de 3 y 11 años, que fueron asesinadas en San Bernardo, estaban con  su padre por un error policial.

Según comenta Radio Bío Bío, el día anterior al crimen, los uniformados concurrieron hasta la casa de Luciano Jaque Araneda para hacer cumplir la orden del tribunal, que determinó que las menores de edad estuviesen con su madre, tras una denuncia por violencia intrafamiliar.

La situación generó una discusión entre los padres de las niñas, la madre desistió y dejó a las niñas con Jaque, lo que no debió ocurrir.

La directora de Derechos Humanos y Protección de la Familia de Carabineros, Karina Sosa, dijo que los funcionarios debieron haber retirado a las menores de igual manera, calificando el hecho como "el más grave error", de parte de los carabineros, fue “hacer prevalecer la decisión de la mamá por sobre la orden judicial”.

“Hay un cumplimiento parcial de la orden que emite la magistrado, por eso la institución toma esta instrucción tan drástica”, añadió.

Tras ello, otro error de los excarabineros (fueron dados de baja), fue cuando acudieron al hogar, “nos señalan que no hay armas en el domicilio y posteriormente sabemos que la muerte de estas dos niñas se producen por efecto de un arma de fuego”, quedando al descubierto un mal procedimiento.