Columna de Opinión: Temuco es feo

Columna de Opinión: Temuco es feo

22 Marzo 2012

Es una de las ciudades más bellas del sur de Chile para algunos. Sin embargo, es necesario despojarla de tanta adulación para pasar a poner la nota negra en la discusión sobre la ciudad que queremos. 

Diego Vrsalovic >
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Un recorrido por los puntos considerados como "atractivos turísticos" de la ciudad bastará al turista para hacerse una idea de lo que es Temuco. "¡Qué bonito!", dirá él. Una plaza tranquila, un espacio acogedor, un mall que no es ni muy grande ni muy chico, un estadio que se levanta imponente. En fin, múltiples puntos que muestran una ciudad pujante, que se abre al habitante de afuera y que recibe a todos de una buena manera.

Es necesario poner, en este caso, la nota crítica. Basta con recorrer una pequeña porción de Chile para darse cuenta de que no estamos tan bien como nos pinta la autoridad, echando un vistazo a Concepción y Valdivia. Dos ciudades turísticas y universitarias que poseen centros de estudio variados, un buen y fluido transporte, parques y plazas, un río, varios cerros.

Sin embargo, hay que sacar lecciones de estos centros urbanos hermanos.

Primero que todo, la actual administración municipal ha conseguido lo que quería: tocar cada fibra del espacio para vender a la ciudad como una en la que la Municipalidad cumple su trabajo y como un paquete turístico multicultural. Nada más lejos de la realidad. En primer lugar, no bastaba con ir población por población pintando todo de verde con amarillo como demostrando poderío sobre el espacio. Segundo, no era necesario erradicar al comercio ambulante en un proceso traumante ni correrlos desde lugares en los que podían haber sido ampliamente considerados (como Avenida Balmaceda).

En tercer lugar, el Temuco que se muestra no corresponde al de la realidad. La Plaza de Armas tiene al Monumento a La Araucanía en un descuido atroz, sus bancas –a diferencia de la plaza de Valdivia en la que se disponen en semicírculo, lo que permite verse-, miran sólo hacia adelante, la Plaza Recabarren aun no tiene en los bustos de los fundadores los nombres respectivos (la gente pasa sin saber quiénes son). Y no sólo eso, sino que por mucho mostrar la cara bonita de la capital regional descuidamos otros espacios postergados eternamente.

El Alcalde Miguel Ángel Becker ha mostrado en esta administración cual es su objetivo: antes de propiciar una revolución urbanística que incluya a los sectores periféricos, ha querido potenciar al centro, al barrio judicial (cerro Ñielol), al barrio educacional (Avenida Balmaceda), al barrio comercial (Avenida Alemania) y al centro cívico.  Nuestras poblaciones quedarán nuevamente esperando algún proyecto. No, no basta con el parque que se construye a un costado de la Avenida Los Poetas. Más se podría haber hecho.

Es una vergüenza pasar por Pedro de Valdivia y verla igual que hace diez años. Es más vergonzoso aun pasar por la ciclovía de la Avenida Los Poetas y apreciar, desde unos metros más arriba, la desigualdad existente con el Portal de la Frontera. Es triste ver la falta de murales que nos recuerden la historia de la ciudad, lo abandonado de la Estación de Ferrocarriles, lo poco que se empeña en recuperar las fachadas de las pocas construcciones que aún quedan.

Temuco podía mucho más. Sí, alguna vez fue bonito: hasta antes del terremoto de 1960. Ese año se cayeron todos los edificios que se podían derrumbar para dar paso al progreso. Ese mal lo mató: una superposición terrible de edificios con cuadrados invencibles hicieron que la ciudad se convirtiera en fea.

Quedan espacios baldíos que se pueden recuperar, hay calles que pueden incorporar el elemento mapuche o el reencuentro con nuestra historia. Existe la posibilidad de que los nuevos espacios verdes de Temuco lleven el nombre de destacados personajes olvidados como Manchiqueo, Cayunao, Cotar, Magdalena Hidalgo o Ascanio Bascuñán Santa María. O, si es que a las autoridades les acomoda más, apellidos como Fourcade, Magofke, Picasso, Carmine, Estébanez y otros que vengan al caso.

El territorio puede ser aprovechado de mejor manera. Sin embargo, hay gente que prefiere hacer una revolución urbanística para que la ciudad se vea presentable al turismo antes que privilegiar algo que puede ser más inclusivo y participativo. En este caso, la decisión está en manos de la autoridad.

Hasta que no llegue ese momento, si se le quitan los ocho o diez atractivos turísticos, Temuco es feo. Y ello responde a una pregunta básica: Si vinieran de fuera de la ciudad, ¿Escogerían, como pareja, Temuco para venir de vacaciones desde Valdivia o Concepción?