Aysén una experiencia única y de verdad

Aysén una experiencia única y de verdad

30 Noviembre 2012
El turismo en la región de Aysén es un presente con un gran futuro, de una proyección inimaginable en un territorio unido por la carretera Austral, que de norte a sur la recorre, propiciando el desarrollo sustentable de sus localidades.
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Por Andrés Gillmore Secretario y vocero de Corporación Costa Carrera

Aysén es sin duda alguna un destino inolvidable, un cable a tierra, en un entorno diferente que sorprende al visitante, lleno de grandes momentos que seguramente cambiarán la vida de aquellos que tienen la experiencia de entrar en Aysén. Lo más seguro es que les cambiará la percepción que tienen de la vida y sin duda hay un antes y un después de Aysén. Es normal caer bajo su embrujo de su forma de hacer y de su cultura, es sin duda alguna una experiencia inolvidable y la posibilidad de entrar en un mundo nuevo, de una realidad antes no considerada, que existía pero que no entendías y se transforma en un sentimiento, que estaba esta ahí pero que no sabias reconocerlo. Una vez que lo viviste se hace difícil volver atrás y sentirás la fuerza de lo que representa y te transformarás como tantos otros en un defensor más de lo que representa Aysén.

Uno de los puntos fundamentales para el desarrollo de Aysén ha sido desde siempre su belleza escénica y la calidad ambiental que posee, que va en directa relación con su cultura y su gente, que hacen de este extenso territorio austral algo especial, sobre todo por su calidad de vida y por lo que representa en si mismo como icono ambiental mundial, transformándolo en una reserva de vida y en un territorio de excepción. En un mundo en donde los valores y los fundamentos de la ética tienden a desaparecer, Aysén representa la esperanza que no todo esta perdido.

El turismo en la región de Aysén es un presente con un gran futuro, de una proyección inimaginable en un territorio unido por la carretera Austral, que de norte a sur la recorre, propiciando el desarrollo sustentable de sus localidades, mostrándonos las diferentes realidades de una región tan diversa y tan extrema con un verano corto y un invierno  largo, donde el norte costea el mar y el sur los campos de hielo. Con enormes lagos, impresionantes ríos, hermosos bosques de Lenga y Coigüe, montañas que no terminan y estepas que se pierden en la inmensidad. Eso es Aysén.

 Hoy la propuesta de la región sin duda se fundamenta inexorablemente en los servicios turísticos de los diferentes conceptos y formas de hacer, donde Lodge, cabañas, residenciales, hostales y todos los servicios que se prestan en todas las actividades posibles que permite el entorno, como pesca deportiva, cabalgatas, treking, navegación, contemplación de la naturaleza, kayak, bicicleta, montaña, son un llamado de atención de un producto que va camino hacia la excelencia, por su calidad y su forma tan especial de puesta en escena. Enmarcado en un escenario único de gran diversidad natural que deja atónito ante tanta belleza. 

La gente de Aysén y su cultura son la base sustantiva de la verdad de Aysén y representa esa diferenciación al momento de recibir el visitante, que debe ser cuidada y valorada como un bien finito si no se lo trata de buena manera, representando la posibilidad cierta de marcar la diferenciación positiva, en la esencia cierta de lo que representa el territorio como cultura y el ejemplo que podríamos entregar desde el territorio al hacerlo en forma adecuada y sustentable. El turismo en Aysén entrega a la actuales generaciones y sus muchas comunidades, la posibilidad de proyectarse con respeto y sabiduría, respetando el medio ambiente, en un país que literalmente lo ha des respetado desde siempre y que solo hoy a los empujones, empieza a entender el significado y el valor de ser sustentables y preservar la diversidad. Aysén es la increíble oportunidad de desarrollar políticas consecuentes y sustentables, de acuerdo con los valores culturales que han sido heredados de los colonos y de los que llegaron primero a este excepcional territorio y hacerlo realidad bajo un concepto nuevo que debería ser un ejemplo a seguir.

Este fundamento ambiental del que hace gala esta maravillosa región, favorece el desempeño de cualquier intención de desarrollo que se pretenda llevar a cabo en el, pero para que esto ocurra y sea a su vez eficiente, de todos y no solo de algunos, debemos respetar el entorno ante cualquier pretensión, porque en lo ambiental está su futuro y la denominación de origen, que es el del Chile del futuro que todo queremos.

El turismo de intereses especiales es el punto más importante de desarrollo para Aysén, así como lo es para Isla de Pascua, Magallanes, Atacama, es un valor agregado, un punto de apoyo de gran relevancia que llegó para quedarse, porque que tuvo la capacidad de resolver la profunda crisis del mundo histórico que sustentaba la región, la ganadería y pudo incorporar a todas las comunidades y localidades, entregando esperanza y reconversión. No se tuvo otra alternativa que orientarse hacia esta actividad el turismo, más que nada por una necesidad de sobrevivencia en tiempos difíciles, en que nadie daba nada por Aysén y era una región olvidada y poco conocida, que solo recibía las migajas del gobierno central, que no tenia el menor interés por ver su fundamento y su propuesta de desarrollo.

El concepto del turismo moderno ha cambiado en todas sus formas y concepciones, haciendo que Aysén esté mejor dispuesto y encaje de manera armónica en esta nueva forma de hacer. El lujo propiamente tal como producto turístico se ha diversificado sustancialmente, ya no es solo un hotel de cinco estrellas, con servicio de habitación, con un TV de 50 pulgadas y Internet. Hoy lo ideal del lujo es algo más elemental pero a la vez más sustancial, lo podríamos resumir, que el visitante moderno en la actualidad lo que busca es una experiencia de vida, una historia, un concepto cultural, en relación directa con la naturaleza y con la cultura de las comunidades que lo habitan, es lo que se reconoce como la humanización del turismo, en pos de las sensaciones, de conseguir vivencias únicas, que permitan el enriquecimiento personal de una actitud ante la vida. Aysén en este formato la nueva frontera, es el principio básico de la interacción de lo que representa como destino turístico único. Principalmente porque se desplaza inherentemente por su propia cultura histórica, como un reflejo natural de su forma de ser y hacer, traspasando esos valores inherentes al turismo y a todos sus servicios, guiando en ese sentido la puesta en escena y la relación de los anfitriones con el visitante.

Los servicios turísticos que se entregan en Aysén, es realizada por personas que están en la actividad primeramente por el profundo amor por la región, por su forma de vida y principalmente por sacar adelante el territorio y hacerlo sustentable. Esta intención es la energía vital motivacional que ponen en movimiento las comunidades en la actividad, por lograr de esa manera una forma de ser felices, por mantener un estilo de vida único y en vías de extinción, más que por un negocio propiamente tal.

En esto Aysén marca la diferencia y se distingue de los otros destinos. La mayoría de sus complejos y  de sus servicios, son atendidos en su mayoría por sus propios dueños, lo que los hace muy especiales, con una calidad y una energía que de verdad marcan la diferencia y hacen que visitar Aysén sea una experiencia de vida.