Aprendizajes cotidianos: La importancia de los saberes indígenas en tiempo de confinamiento familiar

Aprendizajes cotidianos: La importancia de los saberes indígenas en tiempo de confinamiento familiar

06 Agosto 2020

Una reflexión e invitación sobre cuidados y consideraciones respecto a los niños/as pequeños como centrales en las familias y en el funcionamiento de un hogar.

Rukmini Becerra... >
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A cuatro meses de confinamiento en nuestros hogares con niños y niñas pequeñas, es posible que ya no nos queden ideas sobre qué hacer con nuestros hijos e hijas. ¿A qué más podemos jugar? ¿Qué más podemos hacer dentro de un departamento? Es posible también que tengamos poquísimo tiempo para realizar las actividades pedagógicas que sugieren los centros educativos o páginas web. Y qué hablar del cansancio. Entre este posible cansancio y agobio, quisiera ofrecer un recordatorio, desde los saberes indígenas, sobre el rol beneficioso que tiene el hogar en los niños y niñas. Una invitación a considerar a los niños/as pequeños como centrales en las familias y en el funcionamiento de un hogar.

Las pedagogías indígenas nos recuerdan que los niños y niñas, tan pequeños como dos años, han participado frecuente y mayoritariamente del funcionamiento de las familias, imitando, observando e incluso ayudando, según su edad. Los niños/as han sido considerado aprendices activos y alegres en las tareas de los padres y abuelos y no como una molestia o interrupción. Los niños/as son bienvenidos a aprender, a ser parte y a disfrutar de las labores de la familia.

Desde los saberes indígenas se nos recuerda que los niños/as aprenden y son felices en un ambiente “familiar”. En efecto, los centros educativos que siguen estas concepciones de enseñanza intentan que los espacios de la escuela se parezcan lo más posible a un hogar y que incluso los juegos sean similares a los que podrían realizarse en una casa. Por eso, se consideran elementos sencillos y presentes en muchos hogares como utensilios de cocina, de limpieza (escobas, por ejemplo), bollos de lana, entre otros para divertirse y aprender. En otras palabras, las pedagogías indígenas nos invitan hoy a ver nuestros hogares como un espacio simple y a la vez riquísimo para el bienestar de los niños/as. Está bien, es normal y es incluso beneficioso que los niños/as aprendan y se diviertan con las actividades cotidianas. Sin embargo, con tantos años de escolarización, es posible que para padres, madres o cuidadora/es sea más difícil integrar a los más pequeños, por eso, comparto las siguientes recomendaciones.

Incluya a los niños/as en las actividades cotidianas. Puede parecer obvio, pero en momentos de estrés y sobre exigencia, padres, madres y cuidadoras en general pueden tener la tendencia a preferir hacer las tareas cotidianas solos y rápidamente mientras los niños y niñas, por ejemplo, ven televisión. Trate de incluirlos, los niños y niñas disfrutan de colaborar con los adultos y hermanos mayores. Por ejemplo, los niños/ as pequeños pueden disfrutar de ayudar a lavar la loza, emplear el agua y las burbujas puede ser un espacio de diversión y aprendizaje.

Realice actividades comunes. Privilegie realizar actividades en conjunto con los niños y niñas pequeñas y evite pedirles que hagan las tareas solos. Los niños y niñas son más colaboradores cuando realizan proyectos con adultos a quienes imitar. Favorezca que todos juntos, por ejemplo, recojan los juguetes, barran y limpien la mesa

Colabore con ellos pausada y calmadamente. Mientras más pequeños son los niños y niñas pareciera que más cosas tenemos qué hacer, por lo tanto, más rápido queremos terminar nuestras tareas. Siga el ritmo de los niños y niñas, pause, espere. Hoy más que nunca necesitamos trabajar y colaborar lentamente y que los niños y niñas aprendan de nuestras habilidades para mantener la calma. Por ejemplo, si quiere que todos juntos doblen ropa es posible que los niños y niñas tomen bastante tiempo en doblar solo una prenda. Y que la ropa quede doblada de otra forma.

De espacio para tratar y experimentar. Para colaborar en conjunto por primera vez, o las primeras veces, es importante dar espacios para que los niños y niñas traten, experimenten y fallen. El proceso de realizar las actividades cotidianas con los niños es tan importante como el producto final. Por ejemplo, si va a recoger las hojas en el patio, es posible que los niños y niñas quieran primero pisar o lanzar hojas al cielo. De un momento para que experimenten con las hojas y luego pueden ir poniendo las hojas en el basurero.

Disfrute la interacción. Además de terminar su tarea doméstica, trate de disfrutar la compañía de los niños/as, reírse de los errores y las formas diferentes que tienen de colaborar. La colaboración en conjunto puede ser también un momento para conversar, contar historias o cantar. Evite enfocarse solo en dar instrucciones y disfrute. Por ejemplo, si decide hacer pan con los niños, mientras mezcla los ingredientes puede conversar sobre cuánto le gusta comer pan calentito y reírse de cómo la harina va quedando en muchas partes de la cocina. Además de los pasos para cocinar pan, pueden aprender a conversar y tomar turnos. Desde las pedagogías indígenas, terminar una labor y escucharnos y contarnos historias son igual de importantes.