41.5% de los chilenos no ha leído ningún libro en los últimos 6 meses

16 Noviembre 2012
En tanto, el 23.4% admitió haber leído un libro en ese lapso, y el mismo porcentaje, entre 3 y 5 libros.
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En Chile se lee poco. Así lo demostró la última encuesta realizada por el Centro de Estudios Sociales y Opinión Pública de la Universidad Central, Cesop, respecto de los hábitos de lectura de los chilenos.

El estudio arrojó que el 41.5% de los chilenos reconoció no haber leído ningún libro en los últimos seis meses. En tanto, el 23.4% admitió haber leído un libro en ese lapso, y el mismo porcentaje, entre 3 y 5 libros. Sólo un 7.7% reconoció leer un libro mensual.

Al acortar el período de tiempo consultado, el 13% dijo que el último libro leído fue hace una semana, en tanto, un 17% mencionó haber leído un libro durante el último mes.

“Estos resultados muestran que en Chile se lee poco, ya que los especialistas sugieren que las personas ilustradas con 12 años de escolaridad y en edad productiva deberían leer un libro al mes y los lectores medios, en promedio deberían leer 8.6 libros al año”, advirtió Rodrigo Larraín, profesor de la Escuela de Sociología de la Universidad Central.

Según explicó el profesional, al comparar a Chile con otros países, como argentina e incluso europeos, se vislumbran resultados similares de lectura. “En España, hay un 43% que declara no leer nunca o casi nunca y en Argentina, ha habido estudios que señalan que en promedio se leen 4.8 libros al año, y que el 43.8% señala no leer ningún libro durante el año”, argumentó.

Con todo, la encuesta de la Universidad Central arrojó que las personas tienen la tendencia a mantener libros en su casa. El 14% declaró tener menos de 10 libros y el 71.3% señaló tener hasta 100 libros en su hogar, aunque hubo un 11.3% que no tiene libros en su vivienda.        

El estudio del Cesop buscaba dilucidar si los cambios observados en el plano de las tecnologías de las comunicaciones y la primacía de la imagen sobre la palabra,  ha afectado los hábitos de lectura de los chilenos.

Al respecto, la encuesta reveló que el 40% ha leído libros en formato digital, siendo preferentemente hombres menores de 50 años y mayoritariamente, menores de 25 años. “Esta tendencia es muy auspiciosa porque la revolución tecnológica en las comunicaciones plantea grandes desafíos a la educación y a la cultura de la sociedad actual” explicó el sociólogo de la Universidad Central.

Diarios top one

Si bien la encuesta de Cesop no arrojó a ninguna diferencia en cuanto a si la gente prefiere libros de autores chilenos o extranjeros; más bien la tendencia es a la lectura de ambos, sí evidenció qué es lo que leen los chilenos.

El medio preferencial son los diarios, y luego, las revistas; los libros tienen un lugar secundario, tendencia que se observa tanto en lectura realizada en papel como por internet.

Andrés Llanos, sociólogo y director del Centro de Estudios Sociales y Opinión Pública de la Universidad Central, considera que “la lectura de medios rápidos, en la población general, es un signo de la sociedad moderna. La lectura de libros es propia de un segmento diferenciado”.

Respecto del tiempo dedicado a la lectura de medios impresos, la mayoría (38.7%) dedica un par de horas semanales y el 32,3% de 3 a 5 horas. Respecto de lectura de medios por Internet, la tendencia es la misma, pero corresponde a la mitad de la población que lee en papel, con un 18.7% con dos horas y un 17,7  de 3 a 5 horas.

“Aunque el tema es controversial y se requiere de mayores investigaciones al respecto, pareciera que no se trata que hoy se lea menos, sino que se lee distinto. Los hábitos de lectura han ido cambiando y lo seguirán haciendo; aún es incipiente pero cada vez es mayor el uso de la web con aplicaciones móviles, Twitter y redes sociales para informarse”, detalla el académico de la U. Central.

Finalmente, el 68% destacó que en sus hogares se fomenta el hábito de la lectura. Andrés Llanos concluye que “esta disposición es muy positiva, pero debe ir acompañada del desarrollo de facultades comprensivas que permitan procesar, organizar y significar el volumen de información, a fin de disfrutar de las bondades de la sociedad del conocimiento y no quedar perdidos y desorientados en el bombardeo de información cotidiana. En esto, la educación enfrenta un gran desafío”.