Opinión: La política partidista e HidroAysén

Opinión: La política partidista e HidroAysén

15 Agosto 2013

Hidroaysén fue lo que se podría decir el caldo de cultivo, el detonante del Movimiento Social por un Chile mejor, marcando un antes y un después del acontecer nacional. El resto es historia con los estudiantes en las calles a partir del 2011.

Andrés Gillmore >
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Jamás pensamos que la batalla por salvar Aysén de las garras de HidroAysén se transformaría en uno de los iconos de Chile moderno, despertando la conciencia de miles de chilenos, que algo no andaba bien con el modelo de desarrollo.

La gota que rebalsó el vaso fue precisamente HidroAysén. Fue lo que se podría decir el caldo de cultivo,el detonante del Movimiento Social por un Chile mejor, marcando un antes y un después del acontecer nacional. El resto es historia con los estudiantes en las calles a partir del 2011.

HidroAysén con su intención también ayudó mucho al despertar interno de Aysén, al llegar la transnacional a la región, habiéndose apoderado de los derechos de agua en forma tan vil y tan poco transparente al final de la dictadura militar y sin pagar un solo peso por ellos. Ante esa terrible realidad que en un principio fue apabullante, a la fuerza nos transformamos en ciudadanos preocupados por nuestra realidad colectiva regional. Dejamos de vivir enclaustrados en nuestros problemas personales y salimos a defender nuestro hogar.

HidroAysén nos entregó la posibilidad de reconocernos y dimensionar nuestra valía como región, clarificando nuestros planteamientos y objetivos, sustentándonos en lo único que teníamos a nuestro favor y que además era gratis, la cultura y la historia de vida de Aysén, que había sabido salir adelante a pesar de todas las contrariedades y el olvido de siempre por parte del estado chileno. Entendiendo que no era la primera vez que se había dado esa lucha en la región.

En la época de la colonización en el año de 1918, los pobladores de la cuenca del Baker, habían tenido que luchar ante las Sociedades Explotadoras, (el equivalente de hoy en dia de las transnacionales) y con esfuerzo y coraje lograron salir adelante defendiendo sus planteamientos incluso con la fuerza de las armas de fuego, en un episodio conocido como la guerra de Chile-Chico. 

Décadas después en los años 90, se lucho incansablemente contra la transnacional Alumisa,que quería producir aluminio en el lago Yulton en la comuna de Puerto Aysén, destruyendo con la bauxita todo el medio ambiente del sector y se logro erradicar el proyecto. 

Las Salmoneras pocos años después no bastándoles con tener intervenido todo el litoral aysenino, quisieron la cuenca del Baker y sus lagos interiores, para poner sus jaulas y tampoco lo lograron y dimos una fiera batalla. Todas esas batallas fueron ganadas con la fuerza y el empuje de lo reconocemos en Aysén como las verdades verdaderas, imposibles de acallar.

Uno de los mayores problemas que se ha tenido desde siempre desde la perspectiva de la visión aysenina ante todos los temas del pretendido intervencionismo de Aysén por parte de las transnacionales, es mantener el objetivo al margen de la política partidista y ser independientes y transversales evitando la contaminación con la politiquería. Es un camino más difícil, pero sin duda más puro y real y representa el verdadero sentir de Aysén. Entendiendo que la política partidista solo divide.

El mundo de Aysén nada tiene que ver con la política, en donde los partidos políticos tienen muy poca representatividad y muy pocos habitantes son miembros, nunca han representado el sentir de los pobladores. Lo único que hacen es hacer valer por los intereses partidistas de su ideología, lo que a la larga nos ha hecho perder un tiempo precioso en peleas internas que no son realistas. Todos los ayseninos aman la región y sienten orgullo de ella, tanto los a favor o en contra de HidroAysén. 

La diferencia esta en la ideología de los partidos políticos que están a favor del proyecto impuestas a sus miembros, que no exigen por el centralismo y los intereses creados de fuera de la región, el profesionalismo y las certezas a las transnacionales y sus intenciones y se olvidan por orden del partido de las terribles omisiones y consecuencias de HidroAysén. Por el otro lado esta el mundo que no es parte del mundo político, que quiere que se hagan las cosas bien y con respeto, que ven en las transnacionales un modo de hacer que no es armónico con el hacer regional y en ello existe una contradicción que no debería estar.

El mundo político se sustenta en plena campaña por llegar a la Moneda en todo aquello que sirva, la misma candidata a la presidencia de la Nueva Mayoría, Michelle Bachelet, que antes apoyaba HidroAysén, hoy ha tomado consciencia de lo que representa el respeto por el medio ambiente para el desarrollo del país y su sustentabilidad y la significancia de la Patagonia de Aysén como territorio de excepción y reserva de vida para Chile como imagen de proyección mundial y ha dicho que HidroAysén no es viable. Creo plenamente posible poder cambiar de opinión, es parte del crecimiento personal y es el derecho de todo individuo u organización que piensa y analiza, incluso por parte de un partido político.

Pero para que sus dichos representen una real evolución por un Chile mejor, deben darse las explicaciones correspondientes del porque del cambio de opinión y sus razones. No simplemente decir que ahora se cree lo contrario, cerrar el tema y llenar de letreros las ciudades con el slogan por una Patagonia Sin Represas. Si los dichos no se complementan con razones, el planteamiento queda como una simple estrategia para conseguir votos y pierde su base de sustentación y la credibilidad ante el electorado.

Salvar la región de Aysén de las garras de las transnacionales, extrapola todas las nimiedades políticas que tan mal nos hacen. Lo que en verdad buscamos en Aysén, no es solo librarnos de HidroAysén; si no de cualquier proyecto de desarrollo que pretenda destruir lo que representa hoy la región y su forma de hacer. Que afecte la calidad de vida, escénica y ambiental del territorio.

Mañana se podrá desechar HidroAysén, pero es perfectamente posible y nada que nos deba extrañar, que al otro día pueda llegar la misma transnacional con otro nombre u otra con la misma intención y se abrirá nuevamente el proceso. LO QUE VERDADERAMENTE BUSCAMOS EN AYSÉN, ES LOGRAR DEFINITIVAMENTE QUE AYSÉN SEA RECONOCIDA COMO UNA REGIÓN LIBRE DE MEGA PROYECTOS.