#Municipales2012 Padre Las Casas sigue marcada por la paridad de sus candidatos

Uno cerró en el Parque Corvalán. El otro lo hizo en Pleiteado. Mario González en su estilo. Juan Eduardo Delgado en el propio. Así, la carrera por el sillón alcaldicio en Padre Las Casas finalizó en su etapa de campaña y ahora es la comunidad quien, el 28 de octubre, deberá determinar su nuevo líder comunal.

El primero en dar término a un mes de arduo trabajo fue el candidato de oposición Mario González. El político, que quiere su revancha tras la derrota del 2008, estuvo con los candidatos a concejales de la Concertación por Padre Las Casas, además de presentar un show donde los Charros de Lumaco colocaron la cuota musical al lugar. En primera instancia se habla de más de 3 mil personas, un apoyo importante de cara a las elecciones del domingo.

“Fue cierre de campaña político más numeroso que se ha registrado en Padre Las Casas durante todos estos años”, afirmó González, quien en la oportunidad agradeció el apoyo de sus partidarios y se mostró confiado para el domingo.

Suma apoyo

Por su parte, Juan Eduardo Delgado tuvo un cierre marcado por el apoyo de las autoridades locales. En Pleiteados se dio cita el Intendente, Andrés Molina; el senador José García Ruminot; el diputado Germán Becker y algunos seremis que quisieron entregar su apoyo a la candidatura del doctor.

En sentido, el Intendente fue efusivo en explicar por qué Padre Las Casas debe seguir con la continuidad del hombre de RN. “En la vida hay hombres y mujeres que sueñan y sólo se quedan en eso. Juan Eduardo es hombre que cumplió sus promesas. Luchó por obtener grandes obras para la comuna. Es la persona indicada para guiar la comuna los próximos cuatro años”, indicó.

¿Y qué pasa con Rosa Oyarzún? La candidata independiente se ha centrado en un trabajo silencioso. Su fortaleza está en los años que estuvo dirigiendo la comuna y apelará a aquello para volver al municipio.

Se espera una lucha cerrada. En Padre Las Casas nadie se puede dar como ganador. Todo quedará claro el domingo, cuando sólo uno estará feliz y los otros se lamentarán.