Lectura Voraz: La Revolución Bolchevique y América Latina

Lectura Voraz: La Revolución Bolchevique y América Latina

18 Noviembre 2020

Este crisol de miradas conforma un volumen de lectura interesante no solo para especialistas, sino que también para curiosos por la historia y la política en general, manteniendo encendida esa contradictoria fascinación que aún ronda el análisis en torno a este hito del siglo XX.

Daniel Carrillo... >
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Un tema de reflexión obligado durante 2017 fue la Revolución Rusa, considerando la conmemoración de su primer centenario y también el resurgimiento del debate en torno a sus implicancias e impactos.

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En este contexto, la Universidad Diego Portales organizó el seminario internacional “A 100 años de la Revolución Bolchevique. La experiencia de los socialismos reales y los dilemas del mundo contemporáneo”, el cual contó con reconocidos intelectuales nacionales y extranjeros. Trece de las ponencias de dicho encuentro fueron compiladas y editadas por el académico e investigador Santiago Aránguiz Pinto en el libro La Revolución Bolchevique y América Latina. Apropiaciones, experiencias y trayectorias (RIL editores, 2020).

Este crisol de miradas conforma un volumen de lectura interesante no solo para especialistas, sino que también para curiosos por la historia y la política en general, manteniendo encendida esa contradictoria fascinación que aún ronda el análisis en torno a este hito del siglo XX. Una que va desde la promesa utópica de un porvenir luminoso o la realidad dolorosa del totalitarismo, la opresión y el terror.

¿Cómo fue recogido esto en Latinoamérica y cuál fue su real incidencia? Siguiendo a Tomás Moulian, en su artículo Breves comentarios sobre el impacto de la Revolución Bolchevique en América Latina, esta impronta solo sería marcada en el caso de Cuba, dada la inspiración marxista de su revolución y al apoyo soviético que recibió. Sin embargo, otras experiencias progresistas en el subcontinente parecen huir de este influjo, refugiándose en los populismos nacionalistas. Incluso, en los que Moulian llama “reformismos avanzados” –proyectos de Chávez, Morales y Correa- no habría, según el autor, un influjo marxista, a pesar de su cercanía con Cuba. Respecto a Chile, además de una mención a las posibles dos reuniones con Lenin que habría sostenido Luis Emilio Recabarren –fundador del Partido Comunista chileno- en su visita a la Unión Soviética (URSS) en 1922, la influencia revolucionaria solo sería rastreable en un aspecto muy específico de la Unidad Popular (UP) y principalmente del PC: la adscripción a la estrategia de Stalin favorable a las alianzas con partidos burgueses, la acción a través de frentes de masas y la revolución por etapas. 

Otros trabajos llamativos son los de Tobias Rupprecht, quien analiza el desarrollo de los partidos comunistas latinoamericanos en los años 20 y cómo el unipartidismo leninista no entusiasmó en la región, con la excepción mencionada de Cuba. Esto, al contrario de lo visto en Asia y el mundo árabe o África. Tanya Harmer replantea estos temas a la luz de la Guerra Fría y concluye que no todo lo ocurrido en el sur –en términos de reacción- respondió a un plan de EE.UU., sino que el anticomunismo tuvo también una fuerte raigambre local. Adriana Petra, en tanto, describe cómo el peronismo terminó por constituir la identidad política de la clase obrera en Argentina y las consecuencias de esto para la izquierda.

Por su parte, Santiago Aránguiz Pinto presenta antecedentes de la recepción en Chile del proceso soviético, el cual derivó en una confrontación entre proyectos ideológicos excluyentes: comunismo, anarquismo y capitalismo. Este intenso debate se dio con fuerza en la prensa, en donde incluso los medios anarquista-libertarios criticaron intensamente al régimen de la URSS y denunciaron públicamente su violencia.

En resumen, una diversidad de ideas y enfoques para una relectura sobre la Revolución de Octubre, donde también destacan dos artículos de contexto muy interesantes: Devorados por el Saturno: intelliguentsia rusa y la revolución (Evguenia Fediakova) y Lenin y el leninismo: una perspectiva a partir del centenario de la Revolución Rusa (James Ryan).

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