Elecciones: La Presidencial es lo que importa

13 Abril 2021
Lo peor que nos podría ocurrir, es seguir con esta democracia al revés; la minoría cautelando el mañoso mandato constitucional de hacer que el adversario, aunque sea mayoría y gobierne, se vea constreñido a hacer lo que ellos determinen.
Roberto Bravo >
authenticated user Corresponsal Corresponsal Invitado

El plebiscito evidenció que cerca del 80% de quienes votamos, queremos un cambio constitucional; para la política, sólo un dato.

Te puede interesar: El municipio: Cada vez más desenfocado

Quienes tenemos la convicción de que una nueva constitución nos dará el marco legal y normativo, legítimo, estamos expectantes respecto de la conformación de la Convención Constitucional. De cara al siglo XI, digitalización de procesos, pandemia, cambios demográficos, cambio climático, harán cada vez más difícil la convivencia en y entre los pueblos, por lo que el marco constitucional es de suma importancia.

Si consideramos cómo se estructuró la política en los últimos 30 años, en una transición manipulada desde el duopolio, teníamos la oportunidad -en rigor aún la tenemos-, de haber rebarajado el naipe, dejar atrás las autocracia e ir por un sistema que universalice derechos y garantías, independiente de los gobernantes de turno.

La oposición, entendida por los partidos que no conforman el gobierno, no fue capaz de acordar un ideario político para enfrentar las elecciones de constituyentes, poniendo en riesgo la única y genuina opción de cambio que hemos tenido. Lo anterior, a poco andar deja de ser una paradoja más de la política y me atrevería a decir que es el momento en que se consumó su intrascendencia, entendida como la falta de capacidad para promover y conducir los cambios sociales.

Lo peor que nos podría ocurrir, es seguir con esta democracia al revés; la minoría cautelando el mañoso mandato constitucional de hacer que el adversario, aunque sea mayoría y gobierne, se vea constreñido a hacer lo que ellos determinen.

Qué más relevante que sentarse a dialogar, discutir y acordar asuntos como Derechos Sociales, Recursos Naturales, Organización del Estado, Medio Ambiente. Sin embargo, todo está en vilo, dependiendo de quienes, para defender sus intereses, se la jugarán por conseguir un adicional al 1/3 de los constituyentes que les dé el poder de minoría que necesitan para vetar, para que el cambio sea discreto. Gobierno ni oposición lograrán superar los 2/3 que les dé mayoría, requisito para la aprobación de las normas constitucionales, escenario, que si prima el interés superior del país, será la antesala de una nueva época; la contracara, será la tontera institucionalizada.

La derecha ha mostrado sus cartas y está trabajando para disciplinar, en lista única, a sus candidatos a convencionales, en mantener lo que a ellos les interesa. La contraparte, en promover mayorías que funcionen a través de alianzas, diálogo y persuasión, fracasó. En esto la oposición ha jugado en contra a punta de mezquindades, incapacidad y ceguera política; la dispersión de candidatos en las listas, así lo refleja.

Los animales no se enfrentan porque sí; lo de ellos es instinto y supervivencia. La política nos hace creer que tiene racionalidad y relevancia; nosotros, los votantes, creemos que las disputas y diferencias son para la tribuna, ficticias. No hay ideario y el liderazgo escasea, nos queda sólo el ámbito ético, que son las conductas de quienes nos representan, las cuales, además de cuestionables, atomizan en intereses personales las decisiones que deberían ser en favor de los representados.

Superado lo anterior, ya no se mostrarán los dientes, se olisquearán; lo que se juega a fin de año es demasiado importante para seguir peleados. Para la presidencial, acordarán un pacto electoral que les dé competitividad, en eso, se disciplinarán de Jadue a Rincón. Primarias por sector y en la segunda vuelta, todos hermanados; la banda presidencial no es poca cosa.

El adjetivo, se lo dejo a usted; queda meridianamente claro, en favor y para quién trabajan.

Te puede interesar también: Decisiones Parlamentarias: ¿Están obligados a algo?