La interpelación impulsada por la bancada de diputados DC busca que el ministro Rodrigo Hinzpeter responda por la acción de Carabineros en manifestaciones sociales, como las que han desarrollado los estudiantes en semanas recientes.

El requerimiento se basaría en seis puntos: orden público, DD.HH., garantías constitucionales, fuerza pública, dependencia de las policías y excesos policiales.

Cabe recordar que, en mayo pasado, diputados opositores intentaron acusar constitucionalmente al ministro Hinzpeter por uso excesivo de fuerza policial en las movilizaciones de la región de Aysén, moción que fue rechazada y no logró respaldo en la Cámara.

El diputado DC René Saffirio, quien sería encargado de la interpelación, aseguró que esta ocasión es distinta, ya que solo necesita 40 firmas y tiene otras implicancias: “Una acusación constitucional se vota, existe un quórum necesario para que sea aprobada y hay todo un procedimiento que puede concluir con la destitución del ministro. La interpelación no es eso, es un acto en virtud del cual la Cámara, a través de un diputado interpelador, establece un interrogatorio, un diálogo directo con el interpelado, para dejar establecidas ciertas materias que han sido definidas previamente en el requerimiento que hace un grupo de al menos 40 diputados. Al término de la interpelación no se vota nada. Comienza y termina en el acto de interpelar”, explicó.

La interpelación ya cuenta con firmas de diputados DC y radicales y de la independiente Alejandra Sepúlveda. Este lunes, en la reunión de coordinación de las bancadas de Concertación, el PPD y el PS resolverán si comprometen su respaldo.

El jefe de la bancada socialista, Marcelo Schilling, dijo que esperan “que el mecanismo de la interpelación recupere su sentido y eficacia. Hasta aquí, no ha resultado ser un buen mecanismo de fiscalización para la Cámara. Eso es lo que nos inquieta, nos importa el mérito de lo que se le quiere consultar en relación a los temas que han señalado”.

“En cuanto al fondo, tiene que tener solidez factual y jurídica. Y en cuanto a la forma, tiene que ser ágil. La interpelación no es un mecanismo para discursos, sino para que se hagan preguntas, ojalá incisivas y fundadas, y se respondan también de manera breve y fundada”, agregó.

En el oficialismo recibieron la iniciativa con molestia. El diputado RN Frank Sauerbaum consideró que la moción es “absurda”, luego que la acusación constitucional se cayera por falta de argumentos jurídicos.

En ese sentido, sostuvo que la oposición solo busca dañar la imagen de Hinzpeter, quien ocupa un cargo “impopular, porque mantener el orden público siempre va a ser impopular”.

“Hay quienes defienden permanentemente los DD.HH. de una minoría a la que le gusta hacer desorden, que goza haciendo barricadas y destruyendo todo a su paso. Nosotros no compartimos eso, defendemos los intereses de la gran mayoría de los chilenos que quiere vivir en paz y creo que, en ese sentido, el ministro Hinzpeter hace su labor. Él está en ese cargo para garantizar la seguridad y el orden público de la gran mayoría de los chilenos, que quiere vivir en orden y tranquilidad”, señaló.

“No entiendo a esta minoría de diputados que insiste en tratar de horadar esa autoridad que tiene el ministro Hinzpeter para tratar de mantener el orden público, como si fuera un mal”, añadió.

Si la interpelación suma 40 firmas, ingresará a la Cámara y el presidente de la mesa debe dar cuenta de ésta ante la sala. En la sesión siguiente se vota y requiere 30 preferencias para ser aprobada. De ser así, debe realizarse antes de diez días, pero no antes de cinco.