Como un proyecto “de ficción, impresentable y que no resuelve el fracaso de la política de transporte público en el país” calificó el diputado DC René Saffirio la aprobación del proyecto de ley que contempla un subsidio de 380.000 millones de pesos anuales, por diez años, a la región  metropolitana y de 360.000 millones de pesos, por el mismo periodo, para las regiones. El parlamentario aseguró que “sólo se beneficiará a los grandes empresarios a cargo de las concesiones, quienes no han sido capaces de tener una buena gestión en esta materia”.

La votación sólo registró dos votos en contra, los del diputado René Saffirio (DC) y Pedro Araya (PRI), pasando el proyecto al Senado, donde será discutido en las comisiones de Transportes y Hacienda, antes de ser votado en la sala.

Saffirio agregó que “no sé cómo se puede hacer para transformar, con un ejercicio intelectual muy simple, un fracaso en un éxito y un adefesio en un adonis. La verdad es que este proyecto es una ficción, pues no enfrenta el problema de fondo, que es el absoluto fracaso de una de las políticas más aberrantes y mal diseñadas de los últimos tiempos, un sistema de transporte público que no ha funcionado y al que hoy se pide financiar y subsidiar, beneficiando con ello directamente a los empresarios , que utilizan la lógica del libre mercado para las utilidades y del estatismo para las pérdidas”.

Precisó que “nadie habla del fracaso empresarial privado que nos obliga a subsidiar el transporte público. Hoy sólo se conseguirá aumentar las utilidades de estos empresarios que lo han hecho mal y muy mal. Además, se nos quiere convencer en regiones que debemos estar felices. Este aporte de 360 mil millones de pesos anuales tiene como principal propósito silenciar a las regiones y evitar el conflicto entre la zona metropolitana y el resto del país. La verdad es que en regiones las condiciones en que se transporta a nuestros habitantes es aberrante y nadie dice nada; de hecho, no hay que chatarrizar las máquinas, pues transitan ya convertidas en chatarras. Con estos nuevos recursos, nada nos garantiza que se utilicen como corresponden y lo más probable es que sigan aumentando las utilidades de estos malos empresarios”.

“Aquí, lo que hay es un pacto de silencio por un política pública, implementada en Gobiernos anteriores y que el actual no ha logrado resolver; una falacia, una mentira”.