Opinión: Ímpetu que se apaga y desnaturaliza

Opinión: Ímpetu que se apaga y desnaturaliza

07 Noviembre 2014

Todo lo que ocurre viene a demostrar que el Gobierno ya perdió la oportunidad de aprovechar su ímpetu inicial. Además, que la bonanza económica terminó y que respecto de nuestro futuro se imponen más nubarrones que certezas.

Juan Pablo Cárdenas >
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El que sería el gobierno de la Nueva Mayoría, apoyado por una amplia concertación de partidos, una holgada mayoría parlamentaria y una derecha hecha pedazos, evoluciona inexorablemente a una administración no muy diferente de las anteriores y en que día a día tiene más consideraciones con la oposición, el gran empresariado y otros grupos de presión.

Sucedió así con la Reforma Tributaria, la que en un abrir y cerrar de ojos terminó negociándose con los referentes patronales y los senadores de la Alianza, para culminar en acuerdo en la casa de un empresario. Asimismo, pese a la voluntad inicial de un profundo cambio en el sistema educacional  ya se puede apreciar que éste, en vez de adherir, pone en tensión a las expresiones oficialistas y todo indica que de nuevo en el Senado los tropiezos serán severos. Con lo que posiblemente el proyecto original del Ejecutivo se exponga también a modificaciones sustantivas.

No es menor que se le haya dado tiempo a los detractores de cualquier reforma educacional  para lanzar una verdadera “campaña del terror” respecto de los objetivos de La Moneda, al grado que ya son más los que salen a la calle para oponerse a los cambios que para respaldarlos. Los grandes diarios, los recursos de los establecimientos que lucran y el manifiesto interés de la Derecha están imponiéndose en el  debate ideológico, ayudados por las vacilaciones, como por los manifiestos recelos de algunos parlamentarios oficialistas respecto de la iniciativa. En especial, de la Democracia Cristiana donde militan no pocos sostenedores de colegios y universidades privadas y bien subvencionadas por el Estado. Si en los tres primeros cometidos del Gobierno, como la supresión del lucro, la selección de estudiantes y el copago se observan tantos inconvenientes es muy probable que en todo lo que queda de esta Reforma, que es mucho, las diferencias se hagan insalvables.

En la que se anuncia como una reforma laboral, bastaron las primeras precisiones de la ministra del Trabajo para que los dirigentes máximos de la Central Unitaria de Trabajadores se sintieran defraudados por el Ejecutivo. Especialmente, por la omisión que la titular del ramo hizo respecto de la posibilidad de recuperar la negociación inter empresas, la prohibición de despedir a los trabajadores en huelga, o fomentar la afiliación sindical automática, entre otros asuntos que, al parecer, ya habían sido convenidos por la CUT con la Presidenta Bachelet. En esto se explica que las cúpulas sindicales reaccionaran tan airadamente respecto de una intervención de la ministra Javiera Blanco en la Universidad Adolfo Ibáñez, exposición que luego fuera celebrada por El Mercurio por la forma en que ésta ayudó a terminar con la incertidumbre empresarial respecto de esta iniciativa tan demandada durante toda la posdictadura.  Sin duda que los dirigentes sindicales se sienten traicionados por un gobierno con el cual han tenido todo tipo de condescendencias, al grado de negociar con las autoridades un reajuste bochornoso del salario mínimo. Episodio que los dejara a tan maltraer con sus bases.

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