La inmótica es el conjunto de tecnologías que permite la automatización de las funciones de un edificio grande, como un centro comercial o un hospital. A través de la aplicación de alta tecnología, se automatizan procesos como el control de la iluminación, la climatización y los ascensores. De esta manera, se obtiene un edificio completamente inteligente que mejora la eficiencia energética y, por lo tanto, la sustentabilidad. Así como la regulación de los casinos online aumenta la seguridad de sus jugadores, la inmótica promueve espacios más seguros que detectan cualquier funcionamiento defectuoso de la red alertando al supervisor antes de que produzca un incidente. ¿Cuál es la importancia de la inmótica para construir edificios inteligentes?

Funciones de la inmótica

La inmótica está diseñada para automatizar inmuebles de gran tamaño que sean usados para prestar servicios o en el ámbito industrial, como aeropuertos o fábricas. Una vez que el edificio se equipa con tecnologías que permitan automatizar sus funciones, se denomina edificio inteligente. Un edificio inteligente será capaz de automatizar, entre otras, las siguientes tareas:

1. Electricidad

La inmótica permite controlar, por un lado, los sistemas de iluminación y, por otro, la climatización del edificio. El sistema es capaz de detectar la presencia de humanos en sus instalaciones y apagar las luces si no hay nadie. Por otro lado, ajusta la temperatura de las habitaciones de manera que haya un ambiente agradable.

2. Seguridad

El sistema inmótico puede detectar la presencia de intrusos a través de cámaras de vigilancia y sensores. Asímismo, detecta incendios y averías para que puedan solucionarse antes de que se produzca un accidente.

3. Persianas

El sistema se programa para que las persianas se cierren y se abran automáticamente en cualquier momento del día o de acuerdo con las condiciones climáticas.

4. Riego

La inmótica permite programar un sistema de riego y mantener un uso eficiente del agua.

Ventajas de la inmótica

La inmótica genera edificios inteligentes que promueven el bienestar y la seguridad de quienes acuden a ellos. Asimismo, fomenta una serie de beneficios para quienes gestionan el edificio en cuestión:

• Reducción del gasto energético. Algunos edificios han registrado una disminución de hasta el 50 por ciento en el uso de energía.
• Mantenimiento y control de grandes edificios. Gestionar un edificio implica desafíos que la inmótica resuelve sin inconvenientes. Al detectar fallos en el sistema es posible prevenir accidentes antes de que sean más difíciles de controlar.
• Optimización de los sistemas de comunicación dentro del edificio.

La inmótica permite la automatización de grandes edificios que, gracias a la tecnología que controla su funcionamiento, pueden convertirse en edificios inteligentes. Así, a través de la automatización de tareas como el riego o cierre de persianas, el edificio es capaz de gestionar mejor los recursos que se utilizan para su mantenimiento. De esta manera, se producen ahorros significativos del consumo energético y se controla el funcionamiento general del inmueble. Los edificios inteligentes promueven la seguridad, el confort y la sustentabilidad.