“Cuando una lengua se pierde, se pierde una cultura”. Tan lapidaria como certera, la frase denota la relevancia identitaria de la lengua materna y sus dialectos para los grupos humanos, más aún para las culturas originarias, que han sido las más afectadas por la intromisión de la globalización en la sociedad actual.

Conocedores de esta realidad y la representatividad de La Araucanía con las raíces del Pueblo Mapuche, Santo Tomás Temuco, estableció desde el 2010 el curso electivo “Lengua y Cultura Mapuche”.

Este programa semestral, coordinado por la Dirección de Formación General, nació por el interés de que los alumnos de las carreras de la Universidad Santo Tomás aprendan diálogos funcionales del mapudungun, para que en el futuro profesional se desempeñen en forma eficaz en contextos culturales diferentes.

Alto interés

Así lo expresó Marlene Opazo Jorquera, docente encargada del curso. “El programa ha tenido una positiva respuesta del alumnado. Desde el primer día que comenzó, se percibió una necesidad creciente de los jóvenes por conocer el mapudungun y aprenderlo bien, pero inevitablemente estas ganas por aprender la lengua –resalta-- ha ido asociado a conocer a fondo la cultura mapuche y su cosmovisión, lo que implica disciplina, espiritualidad y sabiduría”.

A esto, añade Opazo, los estudiantes han reaccionado con tolerancia y una curiosidad tal “que algunos manifiestan su intención de seguir pasantías interculturales que los relacione aún más con este Pueblo y sus necesidades”, expresó la profesional.

Gísela Antonio Guzmán, directora de la Dirección de Formación General de Santo Tomás Temuco, concuerda en lo atractivo que es para los jóvenes trascender en el conocimiento partiendo por el mapudungun, y lo explica en dos niveles. “Primero hay un componente mediático que liga a la región con la etnia, y segundo, existe un cambio en el switch de las nuevas generaciones en el sentido de conocer el mapudungun, hablarlo, y saber de la cosmovisión incluso más allá de lo que le transmite su propia familia”, indicó.

“Lo que queremos desde la academia –agrega Antonio-  es tener una visión holística del Pueblo Mapuche, lejos de los sesgos y las reivindicaciones, y tratar de conocer qué fue ayer y qué es hoy esta cultura”, explicó.

Cupos 

Esta visión y el interés de los alumnos concluyeron, en los primeros años, en el término acelerado de los cuarenta cupos disponibles, lo que lleva a evaluar a los encargados la inclusión a la asignatura de alumnos del Instituto Profesional y el Centro de Formación Técnica.

En lo inmediato, este curso electivo que comenzará su proceso de inscripción con el inicio de las actividades académicas, se convierte en el aporte de Santo Tomás Temuco a la interculturalidad, en el entendido que ninguna universidad o institución superior de la región puede restarse de la realidad intercultural que existe y siempre existirá en La Araucanía.