El Capitalismo y su próxima evolución

22 Agosto 2011
Necesitamos un nuevo modelo de capitalismo, fundido de un propósito social, pero ese propósito debería emerger no de la caridad sino de entender profundamente la competencia y la creación de valor compartido.
Rodrigo Aguirre... >
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El Valor Compartido tiene la llave para incentivar la próxima avalancha de innovación y crecimiento para las empresas. También reconectará el éxito de la empresa con el de la comunidad de maneras no percibidas durante la era de los enfoques estrechos de la gestión, del pensamiento cortoplacista y la separación entre los diferentes entes de la sociedad. Situaciones que hoy en día las vemos a diario.

El Valor Compartido enfoca a las empresas en el tipo correcto de rentabilidades: aquellas que crean beneficios para la sociedad en vez de reducirlos. No tengamos ninguna duda que los mercados de capitales seguirán presionando a las empresas para generar resultados en el corto plazo y seguramente, varias empresas seguirán obteniendo utilidades a costa de las necesidades de la sociedad, pero estas serán de corta duración.

Ha llegado el momento de expandir la mirada hacia la creación de valor. Muchos factores, como la creciente conciencia social de los empleados, los altos costos de la educación en nuestro país, los altos índices de contaminación de las empresas, impulsarán oportunidades nunca antes vistas de crear valor compartido.

Necesitamos un nuevo modelo de capitalismo, fundido de un propósito social, pero ese propósito debería emerger no de la caridad sino de entender profundamente la competencia y la creación de valor compartido. La próxima evolución del modelo capitalista debe reconocer nuevas y mejores formas de desarrollar productos, atender mercados y construir empresas productivas.

La creación de Valor Compartido representa una concepción más amplia de la mano invisible de Smith, Taylor y Fayol. Abre las puertas de la fábrica de alfileres a un conjunto más amplio de influencias. No es filantropía, sino un comportamiento animado por el interés propio para crear Valor Compartido a través de la creación de valor para la sociedad. Si todas las empresas persiguieran individualmente un valor compartido conectado con sus propios negocios, los intereses generales de la sociedad serian atendidos y las empresas obtendrían legitimidad ante las comunidades donde operan, lo que permitiría el funcionamiento de la democracia a medida que los gobiernos establezcan normas que fomenten y apoyen los negocios. La supervivencia del más apto seguirá existiendo, pero la competencia en los mercados beneficiará a la sociedad de maneras que no hemos podido abordar.