¿Dónde hay pescado?: Aquí hay pescado

¿Dónde hay pescado?: Aquí hay pescado

13 Noviembre 2020

La amplia informalidad del sector constituye un obstáculo añadido para que los pescadores accedan a la protección de las políticas del mercado laboral y a los mecanismos de protección social, ya que muchos pescadores son considerados como auto-empleados.

Griselda Ilabel >
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En este periodo en que la gente está recluida, se ha visto un mayor interés por actividades de cocina. Según expertos que participaron en el Seminario de cambios de hábitos en el consumidor después de la crisis del Covid -19 de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, se está destinando más de dos horas al día a cocinar.

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Hay un mayor interés por saber el origen de lo que se está comprando y una generación de adultos mayores está ingresando al comercio electrónico y comienza a confiar en el pago con tarjetas bancarias. Eso hace necesario que el mundo de la pesca artesanal mejore sus herramientas en estos ámbitos.

El negocio de los pescados y mariscos nunca ha sido fácil, según datos de la FAO (2020) las restricciones a la movilidad pueden repercutir en el sector pesquero al impedir que los pescadores realicen sus actividades, y también a los trabajos asociados a la post-captura, como el procesamiento, en el que las mujeres se encargan principalmente de las actividades de elaboración y comercio.

En caso de que las medidas de restricción no se apliquen todavía a los mercados, las mujeres vendedoras de pescado pueden estar expuestas a un mayor riesgo de infección, ya que en los mercados hay un gran número de personas y el distanciamiento físico es difícil de aplicar de manera consistente. La amplia informalidad del sector constituye un obstáculo añadido para que los pescadores accedan a la protección de las políticas del mercado laboral y a los mecanismos de protección social, ya que como muchos pescadores son considerados como auto-empleados, no aparecen en las listas de desempleados o seguros de cesantía. Esto podría exacerbar los efectos secundarios de COVID-19, entre ellos la pobreza y el hambre.

Por estos motivos y porque conocemos la capacidad de resiliencia del sector pesquero artesanal, postulamos y adjudicamos un piloto de suscripción de productos del mar, llamado “Aquí hay Pescado”, con apoyo de la línea de validación de la innovación social de Fomento Los Ríos, para llevar proteína marina directamente a las casas de familias valdivianas y ojalá de otras comunas, en circuitos cortos de comercialización.

Además estamos desarrollando un diagnóstico de brechas a los emprendedores de la Red Cocinamar Los Ríos con apoyo de Incubatec UFRO y una encuesta de consumo de productos del mar, con apoyo de WWF que nos ayudará mucho a implementar este proyecto y diseñar distintas estrategias para responder a la pregunta que siempre nos hacen… ¿dónde venden pescado?  La encuesta es on line y está disponible en este link

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