“Comencé a trabajar… trabajando nomás”, lanza Oriel Llanquinao, que se ríe al tratar de recapitular la historia de su predio y el nacimiento de su deliciosa marca de hortalizas. “Trabajaba apatronado y quería ser independiente”, recuerda.

Luego de varias andanzas en la capital, trabajar como chofer en una panadería por años y fracasar en terminar sus estudios, Oriel decidió finalmente dedicarse al oficio que por años sus padres le habían inculcado: La agricultura. Fue en ese momento en que empezó a ver buenas rentas, esto acompañado de un éxito y orgullo al sentir la exquisita fragancia de sus hortalizas, que según cuenta, deja atónito a cualquiera.

“Si voy a gastar mis órganos, mis riñones, mis pulmones… que sea por mi tierra, por mi campo”, reza Oriel, quien asegura que el trabajo de ciudad es abusivo y extenso, y empobrece a los ciudadanos. Es por esto que volvió a La Araucanía, decisión que asegura “es la mejor que he hecho hasta el momento”.

Pareciera que todo era destino, ya que el delicioso perejil, el cilantro y el ciboulette de Oriel Llanquinao se hicieron famosos en la zona rápidamente. Su frescura y fragancia inigualable, comenzó a ser solicitada por las grandes cadenas, lo que obligó a Oriel a realizar grandes inversiones, conseguir certificaciones y seguir aumentando su producción.

100% Esfuerzo, 100% Nuestro

“Mi viejo se dedicó siempre a las hortalizas (…) así que siempre quiso que yo siguiera ese camino”, asegura Oriel, quien dice que a pesar de estar agradecido por todo lo recibido de su predio, no quiere este destino también para sus hijos, por el gran sacrificio que significa la agricultura. “El frío en el invierno, el dolor en las manos, todo te pasa la cuenta”, señala.

Es fruto de este esfuerzo que Unimarc haya incluido a Oriel en su línea “100% Nuestro”. Este programa le da la posibilidad a cientos de productores locales de vender sus productos en los Unimarc de su región. Además, la iniciativa ofrece a sus clientes hacer una compra con sentido, estableciendo una manera concreta y directa de ayudar al desarrollo de las regiones de Chile, apoyando y fomentando el desarrollo de los productores pyme de su zona.

Desde el sector de Labranza en la comuna de Temuco, al ser consultado por el programa “100% Nuestro”, Oriel se pregunta: “Yo creo que esta fue la mejor idea… ¿de quién nació una idea tan buena?”. Y es que sus ventas se triplicaron. “¡Ahora me piden cantidad de verdura! ¿Cómo comen tanta verdura digo yo?”, dice extrañado.

Si quieres saber más sobre los deliciosos productos de Oriel Llanquinao, no olvides visitar su sitio de productor en el programa 100% Nuestro, donde podrás encontrar también decenas de productos que sacan la cara por lo mejor de nuestras regiones.