¿Es el escándalo de la FIFA la punta del iceberg?

06 Junio 2015

Del boletín Universia Knowledge@Wharton destacamos un artículo que analiza las consecuencias de los casos de corrupción que afectan al organismo rector del fútbol mundial.

José Ugarte >
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A primera hora del miércoles 27 de mayo, agentes suizos arrestaron a siete altos dirigentes de la FIFA en un hotel de cinco estrellas de Zurich después de que el Departamento de Justicia de Estados Unidos imputara a 14 personas por extorsión, lavado de dinero y fraude electrónico. El FBI no citó al hasta entonces presidente Joseph Blatter, pero dijo que empleados de la FIFA y entidades deportivas norteamericanas y sudamericanas están involucrados desde hace varios años en sobornos y comisiones que suman un total de US$ 150 millones en concepto de acuerdos de marketing y de medios de comunicación durante campeonatos de fútbol.

El escándalo salió a relucir en el marco del 65º Congreso de la FIFA, que culminó con la reelección del presidente Joseph Blatter, quien finalmente anunció, de manera sorpresiva, el martes 2 de junio su renuncia y pidió la convocatoria de elecciones para elegir a su sucesor.

Una nota publicada en el boletín Universia Knowledge@Wharton profundiza sobre los efectos de los casos dolosos investigados por el FBI, y recalca que uno de las más urgentes es la exigencia mundial de que los negocios internacionales relacionados con el fútbol sean más transparentes. La empresa de tarjetas de crédito Visa ya ha anunciado que reconsiderará sus acuerdos de patrocinio si la FIFA no realiza cambios, mientras que Coca-Cola, McDonald’s, Hyundai Motor y Adidas han manifestado su preocupación, según informaciones divulgadas por los medios de comunicación.

El escándalo de la FIFA también se ha convertido en el escenario de duelos políticos internacionales. El presidente ruso, Vladimir Putin, apoyó la reelección de Blatter y acusó a EE.UU. de interferir en áreas fuera de su jurisdicción, mientras el primer ministro británico, David Cameron, pidió la renuncia de Blatter.

Otro de los acusados fue Jack Warner, ex vicepresidente de la FIFA y secretario de la Federación de Fútbol de Trinidad & Tobago. Él fue acusado de recibir US$ 10 millones a cambio de su voto a favor de Sudáfrica para que fuera la sede de la Copa del Mundo de 2010. Warner se entregó a la policía de Trinidad & Tobago. Autoridades norteamericanas también registraron en Miami la sede de la Confederación de Fútbol de América de Norte, Centroamérica y el Caribe (CONCACAF),  una de las seis confederaciones regionales que componen la FIFA.

La tentación del dinero

“Esto fue lo mejor que le podía suceder al fútbol”, dijo Warren Barton, antiguo jugador de la primera división inglesa y actualmente analista de fútbol de Fox Sports. “Ha estremecido al mundo, no sólo del fútbol, sino al mundo de los negocios también. Las personas están dándose cuenta del poder de este deporte y de la cantidad de dinero que mueve. En ese sentido, es preciso que el deporte sea transparente”. Una nota de prensa del Departamento de Justicia muestra que, según la FIFA, un 70% de su total de ingresos de US$ 5.700 millones, entre 2011 y 2014, fue consecuencia de la venta de derechos de televisión y de marketing para la Copa del Mundo de 2014.

“Ahora, vamos a entender cómo se realizaron esos acuerdos”, es decir, después de los arrestos y de las imputaciones, dijo Andrew Brandt, analista de negocios de la NFL (Liga Nacional de Fútbol) de ESPN, profesor asistente de Wharton en el área de negocios deportivos y consejero del cuerpo docente del Proyecto de Negocios Deportivos de Wharton (Wharton Sports Business Initiative).

Puedes leer la integridad del artículo “¿Es el escándalo de la FIFA la punta del iceberg?” en el siguiente enlace: https://www.knowledgeatwharton.com.es/article/es-el-escandalo-de-la-fifa-la-punta-del-iceberg