Educación a distancia: La nueva realidad que deja en evidencia las brechas digitales de Chile

Educación a distancia: La nueva realidad que deja en evidencia las brechas digitales de Chile

08 Octubre 2020

Durante este 2020 Internet se ha convertido en la herramienta más efectiva para dar continuidad a los procesos educacionales. Sin embargo, en Chile sólo el 27% de los estudiantes de establecimientos vulnerables cuentan con cobertura para poder continuar con su educación de manera online.

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El COVID-19 ha cambiado el funcionamiento de prácticamente todos los procesos y la educación no ha quedado fuera de esta realidad. Los primeros días de marzo, el Ministerio de Salud confirmaba el primer caso de este virus en el país y pocos días después la cartera de Educación anunció la suspensión de clases presenciales hasta nuevo aviso. La solución durante estos meses ha sido la realización de clases online, pero ¿Chile estaba preparado para esta nueva realidad? 

Según el estudio “Impacto del COVID-19 en los resultados de aprendizaje y escolaridad en Chile”, realizado por el Ministerio de Educación junto al Banco Mundial, en el caso de que este año las clases sean 100% online, la pérdida de aprendizajes llegaría al 64% para los estudiantes pertenecientes al quintil con mayores ingresos, mientras que alcanzaría un 95% entre los alumnos con menos recursos. Lo anterior se debe, principalmente, a que en los establecimientos educacionales más vulnerables del país, sólo el 27% de los de estudiantes cuentan con cobertura para poder realizar las clases a distancia. 

“A pesar de los avances en materia de conectividad y desarrollo tecnológico, aún queda mucho por hacer. Durante los últimos meses, hemos visto como parte de la población se ha quedado afuera de la revolución digital y en la actualidad no cuentan con acceso a Internet, lo que genera irremediables consecuencias, especialmente en los estudiantes. Para disminuir estas brechas digitales es necesario avanzar en infraestructura que permita llegar con conectividad a todos los sectores del país, especialmente a los más alejados y que hoy se encuentran sin conectividad”, comenta Mariana Soto Espinosa, Vicepresidente de Sostenibilidad de WOM. 

¿Cuáles son las consecuencias en la educación al no contar con Internet? 

El estudio “Banda Ancha y brechas en el rendimiento”, realizado por el Quello Center de la Universidad Estatal de Michigan, reveló que la mala conexión a Internet o el acceso limitado a este servicio desde el hogar puede contribuir a que los estudiantes se atrasen en términos académicos, teniendo hasta medio punto menos en el promedio de sus notas. Esto, podría tener un impacto negativo en el desarrollo de habilidades digitales, en la admisión universitaria y oportunidades de carrera a futuro.  

Los estudiantes que no tienen acceso a Internet o aquellos que solo dependen de un celular para acceder a la red tienen medio punto por debajo en sus notas en comparación con aquellos que tienen Internet rápido. Esta brecha puede tener un efecto dominó que perdure para siempre en sus vidas”, explica Johannes Bauer,  director asociado del estudio del Quello Center y profesor de la Universidad Estatal de Michigan. 

Reduciendo la brecha digital 

De acuerdo a datos entregados por Fundación País Digital en su estudio “Brecha en el uso de Internet: Desigualdad Digital en el 2020”, para este año se estima que el 80% de la población chilena utilice Internet, lo que equivale a una variación de 22 puntos porcentuales respecto a los últimos siete años. Sin embargo, a pesar del incremento en el uso de esta herramienta, aún se observan grandes diferencias entre los territorios. Por una parte destaca la Región Metropolitana que presenta el mayor porcentaje en el uso de Internet con un 87,5% de usuarios, en el otro extremo de la tabla se encuentra la Región de Ñuble, con un 64,8% de usuarios. 

En este contexto, en abril de este año, la compañía de telecomunicaciones WOM se adjudicó 5 macrozonas del proyecto de Fibra Óptica Nacional (FON), una carretera de transmisión de datos o “carretera digital”, que se desplegará en 7.000 kilómetros a lo largo de Chile, abarcando 143 comunas del país, y que servirá de plataforma para nuevos y mejores servicios. 

Este proyecto beneficiará a cerca de 2,5 millones de personas y contribuirá a la descentralización digital, permitiendo iluminar a los sectores del país que hoy no cuentan con acceso a Internet. Sumado a lo anterior, este proyecto facilitará la llegada de nuevas tecnologías, como el 5G, que serán beneficiosas para todo el país”, asegura Mariana Soto Espinosa. 

En Chile, el 5G ya está a la vuelta de la esquina, esta nueva tecnología entregará al país grandes beneficios, tanto a nivel industrial como domésticos. Sin embargo, esto representa el 50% de la ecuación, el otro 50% está en el proyecto de Fibra Óptica Nacional, juntos contribuirán en la reducción de las brechas digitales de Chile, permitiendo que los sectores sin conectividad o con baja conectividad, puedan tener acceso a Internet.