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Que sea encarcelado en una verdadera cárcel ya que los actuales genocidas cuentan con privilegios nunca existentes en las prisiones chilenas.

Es vergonzoso informarse sobre las comodidades que gozan los genocidas de lesa humanidad; hay que protestar contra estas anomalías porque no van de acuerdo al peligro que representan estas faunas pinochetistas.

Valientes eran los torturadores ante los presos políticos vendados, esposados, hambreados, etc., en Londres 38, en tantos lugares de tormentos que manejaba la diabólica Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), de su creador Manuel Contreras, que acumula sentencia tras sentencia, y así le va a ocurrir a este asesino que por fin cayó en Viña del Mar.

Lean "Sobrevivir a Londres 38, casa del terror", pequeño testimonio del que escribe ésto. Lo encuentran en El Morrocotudo y en El Rancahuaso. Gracias.