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Elisabet Sadó se quedó con el primer lugar en la categoría femenina del Campeonato de Asturias de Squash 2019 desarrollado hace una semana y media en España. Tenía que ser un momento de felicidad, pero todo cambió radicalmente a la hora de la premiación. 

Sucede que, además de los trofeos correspondientes, las cuatro deportistas galardonadas recibieron como obsequio dos cajas de cera depilatoria, una lima eléctrica para eliminar las durezas de los pies y un vibrador.

“Sentí sorpresa e indignación”, recordó Sadó en conversación con diario El País, agregando que  “no sé qué tiene que ver eso con el deporte”.

Por supuesto, en el caso de los hombres los premios no estuvieron relacionados con elementos de belleza ni juguetes sexuales.

MUJERES ASESINADAS

“Vivimos en una sociedad machista patriarcal y eso mismo se ve en la práctica deportiva. Es verdad que las mujeres hoy en día tienen acceso al deporte, pero no en las mismas condiciones”, comentó Sadó a diario El Comercio de Asturias.

En ese sentido, explicó que “la idea de hacerlo público es que no vuelva a ocurrir ni en el squash ni en otros deportes, que las mujeres puedan disfrutar, competir y todo lo que quieran sin tener que recibir estos obsequios”.

Sadó sostuvo a El País que estos comportamientos son “la base de todo ese machismo estructural que, en los casos más graves, acaba con mujeres asesinadas”.

RENUNCIA DE DIRECTIVOS

Dos días después de recibir estos regalos, las cuatro jugadoras premiadas presentaron un reclamo ante la Federación de Squash del Principado de Asturias expresando su disgusto “por unos obsequios sexistas y fuera de lugar”.

“Nunca en la historia nos había ocurrido nada parecido”, afirmó Maribel Toyos, vocal de la junta gestora de la Federación, que remitió el asunto al Instituto Asturiano de la Mujer.

Tras la polémica, dos directivos del Club Squash Oviedo, organizador del torneo, y uno de la Federación de Asturias presentaron su renuncia.

“Me gustaría que esto sirviera para que no pase nunca más y para que se tenga en cuenta que el deporte no es, ni de lejos, tan igualitario como la gente cree”, afirmó Sadó.

COMUNICADO DEL CLUB

El Club Squash Oviedo, que incluso analiza su disolución, emitió un comunicado admitiendo que los obsequios “fueron inapropiados y nunca debieron ser entregados”. Le pidieron disculpas a las jugadoras, “al squash femenino nacional y al resto de deportistas” y calificaron lo ocurrido como “inaceptable”, argumentando que a veces les llegan regalos para entregar en las ceremonias y que, en este caso, no comprobaron “la idoneidad” de éstos.

Sadó tiene 37 años de edad y lleva más de 15 practicando squash profesional, consagrándose número uno del mundo y siete veces campeona de España.

Foto: Captura de video / Diario El Comercio.