Los jugadores están muy presionados por tratar de mantener una imagen de “ídolo” que manipuladoramente han creado dirigentes y comentaristas motivados por intereses económicos coludidos con los grandes medios de comunicación.
Titulo Exterior:
La Rojita y los Falsos ídolos
Los jugadores están muy presionados por tratar de mantener una imagen de “ídolo” que manipuladoramente han creado dirigentes y comentaristas motivados por intereses económicos coludidos con los grandes medios de comunicación.
Después de ver el partido y después de leer muchos comentarios en Internet que se hicieron previos al partido, concluyo en que hay muy pocos futboleros que tiene algunas neuronas capaces de mostrar algún grado de objetividad en la comparación de las potencialidades futbolísticas de Chile y Argentina.
La inmensa mayoría de los otros comentarios fueron puras ensoñaciones patrioteras con mucho fanatismo y desprecio por la realidad del momento. Pero los hinchas no son los culpables de estos despropósitos, sino quienes “les dan el afrecho”.
Con sólo comenzar a ver el partido, se vió la diferencia, como ya es habitual en todas nuestras selecciones nacionales. Los nuestros, nerviosos, angustiados y con cara de sufrimiento. Los otros, tranquilos, confiados y sonrientes. La imagen es decidora: mientras los otros DISFRUTAN el juego, los nuestros lo SUFREN. Y como muchos especialistas serios lo han dicho, este problema de la mala actitud merece un profundo tratamiento psicológico, porque en el fondo sucede que los jugadores están demasiado presionados por tratar de mantener una imagen de “ídolo” que manipuladoramente han creado muchos dirigentes y comentaristas motivados por intereses económicos coludidos con los grandes medios de comunicación.
Así, se han creado “ídolos” tan endiosados como los "opinólogos" de la farándula y las "artistas" de las teleseries. Y muchos chilenos, adoradores de estos falsos ídolos, con la disciplina digna de una fe religiosa, se embriagan con falsas expectativas futboleras en cada partido importante, se “informan” cada mañana en los matinales faranduleros con los escandalitos sexuales de las modelitos de moda, se nutren de inmoralidad y estulticia cada tarde con las teleseries "top". Y se tragan sin masticar las barbaridades lógicas y lingüisticas que perpetran algunos comentaristas estrellas.
Para los que no somos practicantes de un deporte ni de un arte, siempre es agradable mirar un buen espectáculo deportivo o apreciar una obra artística. Lo importante es saber reconocer la diferencia entre una obra de calidad y una obra adulterada. Pero debido a la manipulación de que es objeto la actividad futbolística, muchos han perdido la capacidad de distinguir entre lo bueno y lo malo. Y desgraciadamente, esa incapacidad se extiende a las otras actividades que he mencionado y que también sufren de perversas manipulaciones, levantado falsos ídolos, provocando expectativas irreales, ocultando información y finalmente, deformando los hechos descaradamente. Y mejor no mencionar la política…