Bajo el lema Por el derecho a una vida nueva, detengamos la Artritis Reumatoide ahora, pacientes solicitan al gobierno la incorporación al Plan AUGE de tratamientos de última generación, más eficaces, pues su costo mensual supera los setecientos mil pesos.

Detener la enfermedad a tiempo y mejorar la calidad de vida de los pacientes son los objetivos centrales de la campaña lanzada hoy por la Corporación de Enfermos Reumáticos (VOLAR), con el apoyo de la Sociedad Chilena de Reumatología (SOCHIRE) “Por el derecho a una vida nueva, detengamos la Artritis Reumatoide ahora”.

La campaña fue inaugurada con una muestra fotográfica “Mujer + Mujer: Vivir con Artritis Reumatoide”, que retrata las dificultades de pacientes chilenas para realizar acciones cotidianas tan simples como jugar con sus hijos o hacer aseo, acciones en las que fueron acompañas por personalidad públicas y de la televisión quien vivieron la cotidianidad de la enfermedad junto a ellas. Karen Doggenweiler, Liliana Ross, Soledad Onetto, María Gracia Subercaseux, Eli de Caso, Carolina Urrejola, Erika Olivera y Carola Correa participaron de la muestra.

En el lanzamiento —en que participaron autoridades, personalidades públicas y médicos- los pacientes llamaron al Gobierno a incluir en el Plan Auge tratamientos más eficaces para la Artritis Reumatoide, además de las terapias convencionales que otorga actualmente. La Artritis Reumatoide afecta a cien mil personas en Chile y puede dejar en estado de invalidez al menos a diez mil. A ello se suma que el 70% de los afectados son mujeres y que la mayor prevalencia se da entre los 30 y 50 años, es decir, en plena edad productiva.

“Acrecentar el número de chilenos que pueden beneficiarse con las terapias más avanzadas es fundamental para construir un país más igualitario y más sano. Nuestra sociedad se ve perjudicada al tener a diez mil personas inválidas por no poder pagar un tratamiento adecuado”, afirmó Ruth Atenas, Presidenta de la Corporación Volar.

Como explica el Dr. Francisco Radrigán, Presidente de la SOCHIRE: “hasta hace pocos años el objetivo del tratamiento de la Artritis Reumatoide era disminuir los síntomas y tratar que la persona se adaptara lo mejor posible a sus limitaciones. Esta es la idea que ha quedado arraigada en la población y en nuestras autoridades. Sin embargo, hoy esta realidad ha cambiado drásticamente. Ya no basta con aliviar los síntomas, lo que se busca es detener la enfermedad, evitar que produzca daño articular, preservar todas sus funciones lo más normales posible y, finalmente, dejar como algo del pasado la deformidad articular, la discapacidad y la invalidez”.

Hoy existen alternativas terapéuticas que permiten controlar y hasta detener el avance de la artritis reumatoide. Por su especificidad, estas terapias llamadas biológicas, tienen un costo aproximado de entre setecientos mil y un millón de pesos al mes, siendo imposibles de costear para un ciudadano promedio.

Por solicitud de VOLAR y SOCHIRE, el Estado chileno inició en diciembre de 2009 un plan piloto para que 20 pacientes con Artritis Reumatoide recibieran terapias biológicas y, así, probar que estos fármacos son efectivos en la recuperación de los afectados, permitiéndoles reasumir sus labores familiares, su trabajo y, en definitiva, sus vidas.

No obstante, hasta la fecha no se ha cumplido el compromiso de aumentar el número de enfermos beneficiados.

Sombrío panorama: niños con artritis

En Chile, la incidencia estimada anual de nuevos casos de artritis juvenil es de 6,9 por 100.000 menores de 16 años. Su frecuencia va en aumento y sus consecuencias en la infancia son escalofriantes. El dolor y la inflamación de las articulaciones impiden a estos niños y niñas jugar, asistir al colegio, escribir y hasta cargar sus cuadernos. En los adolescentes, además del dolor físico, hay un gran temor al futuro por la inseguridad de no poder desarrollar una vida familiar, laboral y social normal.

A pesar de que a en julio de 2010 el AUGE comenzó a cubrir las terapias biológicas para los menores de 16 años, desde el momento en que cumplen esa edad los jóvenes quedan en una situación de indefensión frente a un Estado que no garantiza sus tratamientos ni, por ende, su desarrollo personal y social en condiciones de igualdad.

Los adolescentes afectados por esta enfermedad quedan también sin cobertura para las terapias más avanzadas al cumplir 16 años.

Datos relevantes

· A dos años de iniciarse la enfermedad, 70% de los pacientes presenta daño articular
· 10 años después, más de la mitad sufre discapacidad grave
· A los 15 años de su aparición, sólo el 40% puede trabajar
· De los 100.000 chilenos afectados, se estima que 3.000 están en etapa invalidante
· 10% de quienes tienen artritis reumatoide y trabajan, quedan incapacitados antes de los dos años
· 50% de las personas deja de trabajar antes de los cinco años desde que se manifestó su artritis
· Los ingresos económicos de los afectados disminuyen hasta en un 50%
· La tasa de depresión entre estos pacientes oscila entre 14% y 70%. Quienes viven con esta condición sufren discapacidad y dependen de otros para realizar tareas mínimas, como lavarse y vestirse.