No era necesario ser adivino, experto en seguridad o sismólogo para preveer todo los daños que provoco el terremoto del 27/F. Recordarán, que ya en el año 2008 escribí una nota sobre la posibilidad de un terremoto en Temuco y los problemas que enfretaríamos y las debilidades de Onemi (nota).

Pero, ¿cuál es el estado de la preparación de nosotros los ciudadanos pasados ya dos años? ¿En qué hemos avanzado, que debilidades tenemos, y que actores sociales faltan por sumar a esta tarea?. Veamos algunos aspectos:

La Academia de Protección Civil creada el año 2009, que es la institucion llamada a perfeccionar los expertos para enfrentar catastrofes; tengo la impresion, que no ha contado con todos los recursos necesarios para fortalecere a nivel escolar, vecinal y a nivel de servicios publicos.

Los programas de seguridad ciudadana, apuntan mas a la proteccion antidelincuencia y dejan de lado en importancia , a la protección civil. Nos hace falta que en nuestros barrios, comunidades de edificio y juntas de vecinos se incorporen planes similares al de "Plan Familia Preparada ONEMI" o a los "Comites Paritarios". Sabemos como actuar ante un infarto (RCP); tenemos conocimientos de maniobras Heimlich, o como actuar frente a aluviones, erupciones volcanicas o enfrentar otro sismos. 

Me imaginaba que después de la tragedia del maremoto y terremoto, seria obligatorio que: 1) todo noticiero concluyera, recordándonos alguna medida de seguridad, 2) que al subir un bus o tren el auxiliar nos recordara las medidas en caso de accidente, 3) Que en cines, eventos y actos públicos fuera obligatorio informar las salidas de emergencia y señalar al encargado de seguridad (hoy solo se recuerda apagar celulares).

Si, juntamos agua en las casas; pero mas por las recomendaciones de Salfate, que por las de la autoridad. Si, tenemos mas linternas, sacos de dormir y botiquin; pero mas por los niños que nos recuerdan el impacto que produjo en ellos ese cataclismo.

¿Qué podriamos hacer?

Por ejemplo, aprovechar a los cientos de circos chilenos, para que en sus funciones realicen educacion sobre medidas de seguridad. ¡Circos¡, si, los mismos que llegaron primeros a zonas de catastrofes, y que tenian capacidad para albergar en sus carpas a cientos de damnificados y psoeian autonomia electrica. 

Subvencionar a los radioaficionados. ¡en la era del internet!. Si, porque ellos demostraron que la tecnología es frágil y que en emergencia hasta el código morse supera a los bytes. 

Apoyar a las radios locales y comunitarias. Para que tengamos la capacidad de no tener una voz cercana y orientadora en momentos de tragedia.

Techar e implementar nuestros recintos deportivos y juntas de vecinos. ¿Para qué?, para poder usarlos en caso de emergencias como albergues.

Fortalecer a los Scouts, los Bomberos, la defensa civil y las organizaciones sociales. Para tener un ejercito de voluntarios preparados para socorrer, reconstruir y apoyar en medidas de emergencia.

Mucho que hacer. Y ante todo no relajarnos, porque a pesar de los daños y muertes que sufrimos, la sacamos barata. Todo, porque alguien alla arriba nos tiene algo de cariño.