Viví mi adolescencia en los 90, ¡nada más fome! mi generación estaba acostumbrada al bienvenido a  no protestar, como si calladitos hubieramos estado más bonitos, tal vez existía muy poco por qué hacerlo (mmm... dudable...). Sinceramente no habían muchas ganas de hacerlo, siempre me sentí como huérfana de ideales que perseguir, causas que nos cayeran encima como un balde de agua fría y nos despertaran del atontonamiento en medio de esa "democracia" plana en que nos parecía gracioso el " no estoy ni ahí" que acuñó un tipo seco en lo suyo, pero que, sin embargo, ¡no estaba ni ahí!.

Además de tirar unos pocas tallas bien fomes del tipo "ser un romático viajero" a un caballero que pasó más tiempo de su periodo de gobernante sentado en la butaca de un avión que en el sillón presidencial. Bueno, tenía que viajar harto, sobre todo a la Madre Patria, pues había negocios internacionales que hacer (leáse puros beneficios para el país) y Endesa S.A. que pasó a ser Endesa España.

¿Te suena? Si te suena, te sonará también Central Hidroeléctrica Ralco construida por Endesa. Oh! Coincidencia, en ese tiempo se firmaron y se despacharon proyectos varios del mismo tenor, es que parece que así como no estaba de moda el cuestionar tampoco era moda ese ambientalismo peligroso y sí era moda la urgencia y necesidad de energía a cualquier precio... Y mi generación balando como corderitos, claro que ese es otro tema.

Creo que me perdí ¿Cuál era el asunto? Ah, los ideales y luchar por ideales. "That is the question". Es por ello que me asombra esta generación de adolescentes empoderados y rebeldes que ¡Aleluya! protestan, debaten, se quejan, se toman colegios y luchan por lo que consideran justo, que se dan la oportunidad de: Pensar y manifestarlo al fin, así de simple.

Además de motivarnos a los que estamos más creciditos a por fin cuestionarnos y decir ¡Hey esto no está bien, no estoy de acuerdo con esto! Verdadero fenómeno patrocinado con el gentil auspicio de las democráticas redes sociales en que uno puede expresar lo que siente libremente con nombre y apellido y si te gusta bien y si no me dejas de seguir o me eliminas (a todo esto ¿Siguen siendo libres o nos monitorean?).

Estoy dando mucha lata, lo que quiero decir es que creo que la manifestación individual cuando se hace colectiva conduce a una revolución y la necesitamos para re-evolucionar.