Polémica por documento de Fuerzas Armadas indican a la homosexualidad como perversión

Polémica por documento de Fuerzas Armadas indican a la homosexualidad como perversión

12 Septiembre 2012
Es el “Reglamento de Medicina Preventiva de las Fuerzas Armadas” que controla el ingreso de personas a todos los servicios de las Fuerzas Armadas, incluidos los procesos de selección de los candidatos a alumnos de sus diversas escuelas, estableciendo variadas causales de rechazo.
Movilh Chile >
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El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) denunció hoy la existencia de un nuevo reglamento discriminatorio que regula los procesos de selección,  esta vez  en todas las ramas de las Fuerzas Armadas y no sólo en el Ejército, “siendo sus alcances de gravedad extrema”.

Se trata del Reglamento de Medicina Preventiva de las Fuerzas Armadas DNL- 928 , dictado el 14 de julio de 1982,  el cual está publicado íntegramente en la página web de la Fuerza Área de Chile (Fach) (ya fue eliminado), donde se indica que la última actualización del texto data de julio del 2010.

El Reglamento controla el ingreso de personas a todos los servicios de las Fuerzas Armadas, incluidos los procesos de selección de los candidatos a alumnos de sus diversas escuelas, estableciendo variadas causales de rechazo. 

Estamos por tanto en presencia de una política institucionalizada de discriminación que es un vergüenza nacional e internacional. Aquí las Fuerzas Armadas y el Estado no se pueden esconder tras responsabilidades individuales.  Deben asumir que ha habido una política institucional que denigra a las personas sobre la base de su orientación sexual y cuya responsabilidad directa es de los Altos Mandos”, sostuvo el Movilh.

En concreto, el DNL-928 establece en su artículo 89 que los postulantes a las Fuerzas Armadas deben pasar un examen médico. “Para la investigación de enfermedades psiquiátricas, el médico investigador orientará su investigación hacia los antecedentes personales, familiares y sintomatología de enfermedades psicóticas endógenas, enfermedad psicopática, debilidad mental, traumatismos cerebrales, epilepsia,  adicciones (alcohol, droga, etc), perversiones sexuales”, indica el artículo.

Luego, establece en el artículo 101 que las causales de rechazo por motivos psiquiátricos son las “psicosis endógenas, reacciones psicóticas, personalidades psicopáticas, debilidades mentales,  cuadros orgánicos cerebrales,  epilepsias en todas sus formas,  farmacodependencias, alteraciones o perversiones sexuales”, señalando entre estas últimas al “homosexualismo, lesbianismo, voyerismo e exhibicionismo”.

Junto con calificar de “gravísimo” el mencionado artículo y considerar que “este reglamento, sumado a otros hechos conocidos en el transcurso de la última semana, da cuenta de políticas discriminatorias y excluyentes al interior de las Fuerzas Armadas que trascienden al Ejército”, el Movilh expuso los antecedentes en carta dirigida al ministro de Defensa Andrés Allamand.

En la misiva, el movimiento de minorías sexuales sostuvo que “asociar a las orientaciones sexuales diversas con patologías y perversiones sexuales es una estigma y una violación a los derechos humanos de personas lesbianas y gays,   así como una total falta de rigurosidad científica, al considerar que la Organización Mundial de la Salud retiró de su lista de enfermedades a la homosexualidad en 1991, siguiendo pasos similares dados en 1973 por la Asociación Americana de Psiquiatría y por la Asociación Americana de Sicología, en 1975”.

En sentido el Movilh solicitó al Ministro:

1.-  Exigir la derogación  inmediata de todo componente discriminatorio del DNL 928.

2.- Exigir a todas las ramas de las Fuerzas Armadas que publicitan dicho reglamento, que lo eliminen de sus redes sociales o internet hasta su modificación.

3.- Que explique la manera como el mencionado artículo 101 ha sido aplicado y si este ha sido o no considerado para su derogación en las revisiones que se han efectuado sobre estas materias.

4.- Que ordene a todas las ramas de las Fuerzas Armadas, y no sólo al Ejército como ha ocurrido hasta ahora, revisar sus reglamentos internos y derogar toda indicación discriminatoria, adecuándola a los principios de la Ley Zamudio.