Plan impulso Araucania: un impulso al modelo neoliberal y al Estado-Nación

Plan impulso Araucania: un impulso al modelo neoliberal y al Estado-Nación

26 Septiembre 2018

Para la política tradicional el Wallmapu/Araucanía sigue siendo un territorio de sacrificio forestal, donde la República de Chile seguirá construyéndose sobre otro país.

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Por: Felipe Valdebenito,
Periodista y MG en Ciencias Sociales Aplicadas.
Ex candidato a Alcalde por Temuco.
Miembro de Vía Porteña, Cooperativa de Ideas. 

Desde el término de la dictadura militar la relación de los Gobiernos con los Pueblos Originarios no han cambiado mucho. Desde el acuerdo de Nueva Imperial se han hecho una serie de anuncios que no se han cumplido. Más allá de eso, que analizaremos más adelante, es importante decir que tras estos anuncios, llenos de pirotecnia y complicidad comunicacional, se busca legitimar un proceso social que significa la continuación de una política de “chilenización” sobre los Pueblos Originarios, este tipo de procesos han sido por la fuerza de las armas y poder institucional, en este sentido, el anuncio del Presidente Piñera un nuevo proceso de “chilenización” sobre los Pueblos, determinando mecanismos para su integración a los marcos legales del Estado de Chile, con el fin de dar Gobernabilidad a la nueva administración.

Dicho esto, es importante analizar y debatir con los anuncios del Gobierno. Leyendo el discurso del Presidente nos podemos dar cuenta que no fue a los temas de fondo, su discurso se basa en la integración de un diferente a las reglas de convivencia del modelo neoliberal y el Estado Nación, negando derechos políticos y reconociendo algunos culturales, al estilo neozelandés, el sueño multicultural de la élite política chilena, olvidando el eje central, la tenencia de la tierra.

Por tanto, la aproximación del Presidente sigue siendo bajo el relato histórico colonial, no viendo como han avanzado algunos estados en nuestro continente. En resumen, el Estado Nacional no sufre modificaciones, no se habla de autonomía, menos de libre determinación,por tanto no se modifican los moldelos de convivencia social y política, he planteado otrasocasiones que para avanzar con un rumbo distinto debemos construir un pacto social respecto a lo que ocurrió en el Wallmapu, si el Estado no reconoce que invadió a fuego y sangre un país independiente hasta 1883, donde robo sus recursos y explotó para el beneficio de la élite santiaguina sus tierras, todo lo que se haga no tendrá una base solida y distinta.

Por tanto, tener un acuerdo sobre la historia, nos puede hacer avanzar hacia un modo de relación distinta, que como hemos planteado en otros textos, se va construyendo en un Estado plurinacional, descentralizado y con autonomías. Mirando los anuncios, son tres los ejes que propone el ejecutivo. Sobre el primero voluntad dediálogo, acuerdos y búsqueda de la Paz no hay nada nuevo, desde 1990 en adelante todos los Gobiernos han constituido mesas, comisiones o un consejo como se le nombró ahora. Es bueno reconocer también que muchos de esos espacios han levantado propuestas muy interesantes, pero ninguno ha terminado siendo vinculante para la política y los Gobiernos.

Además, en este punto se habla de medidas para reparar a las victimas de la violencia rural, esto junto con no ser nuevo, carga con una pésima compresión del conflicto político, donde el Estado sigue sin asumir su responsabilidad en la violencia política que existe en La Araucanía, mientras hablan de paz, el territorio se militariza.

Como segundo eje se habla de Reconocimiento y Valoración de Nuestra Diversidad. Acá hay varios puntos, uno de ellos es el Reconocimiento Constitucional, si bien este punto tienearraigo dentro de sectores de los Pueblos Originarios, es una promesa incumplida desde el Acuerdo de Nueva Imperial, junto con decir que la posibilidad de que esto se logre es incierta.Son los pueblos los que deben debatir como debe ser ese reconocimiento, no tiene sentido reconocerse dentro de un modelo de Estado de carácter nacional y no Plurinaccional, donde ademas se niega reconocer los derechos políticos de los pueblos. Por tanto, la forma dereconocer que propone el Gobierno tiene que ver más con un acoplamiento e integración a la chilenidad, cuestión que se refleja cuándo proponen la participación política a través de una Ley de Cuotas, modelo que no asegura representación, solo permite participar bajo las lógicasde participación política chilenas, ó sea los partidos políticos, negando formas de organizaciónpropias de los Pueblos Originarios. Hubiese sido mucho más interesante hablar de escaños reservados, de asegurar cupos en los consejos comunales, regionales y el parlamento.

Lo último en este punto tiene que ver con tomar un anuncio de Michelle Bachelet, el Ministrerio y Consejo de Pueblos Indígenas. Desde el punto de vista institucional evolucionar la Conadi, que ya cumplió una época, es una buena noticia, pero para solucionar el problema político en este conflicto, no sirve de nada, porque seguirá reproduciendo las actuales lógicas de relación social y no es expresión de un acuerdo político que requiera una nueva instituccionalidad. Pero quizás lo más grave en este eje, es la propuesta de arrendar o permutar tierras indígenas, esto es una forma moderna de usurpar o reducir el territorio indígena, este cambio es el más peligroso, espero que en el congreso esto no avance.

Finalmente como tercer eje se propone un desarrollo integral e inclusivo para la región. Son 490 proyectos de inversión, por US$8.043 millones. Si uno revisa los proyectos tienen que ver con caminos, puentes, subsidios, hospitales, etc. Este tipo de inversión es una responsabilidad para el Estado, no tiene nada nuevo si mas encima sus ejecuciones no respetan el convenio 169, menos si se sigue subsidiando a las forestales, promoviendo hidroeléctricas, etc.

Si queremos hablar de desarrollo integral, la señal inicial debe ser frenar todos los proyectos de impacto ambiental y acabar con el decreto 701, para desde ahí construir un cambio en lamatriz productiva, un modelo de desarrollo económico que se funde en el buen vivir/Kumemongen y que proteja la vida en comunidad y comunitaria.

Para la política tradicional el Wallmapu/Araucanía sigue siendo un territorio de sacrificio forestal, donde la República de Chile seguirá construyéndose sobre otro país. Pero este nuevointento de negación y chilenización, tendrá resistencia desde sectores del propio pueblo mapuche y también desde la nueva izquierda chilena que apuesta por la autonomía y libre determinación de los pueblos, pensando en un Estado Plurinacional, descentralizado y conautonomías.