Desde el balcón de la logia central de la Basílica de San Pedro, el Papa Francisco envió su primer mensaje de Navidad "Urbi et Orbi" (A la ciudad y al mundo),  pidiendo por la paz mundial y la finalización de los conflictos bélicos que azotan al mundo y que aquejan a los pueblos de Siria y África.

"Sigamos rezando para que el pueblo sirio se vea privado de sufrimiento", dijo el Sumo Pontífice ante miles de romanos y turistas, llamándolos a ser "pacificadores".

"Dios es la paz: pidámosle que nos ayude a ser constructores de paz cada día, en nuestra vida, en nuestras familias, en nuestras ciudades y pueblos, en todo el mundo", agregó.

La bendición "Urbi et Orbi" se imparte durante el año siempre en dos fechas: el Domingo de Pascua y el día de Navidad, 25 de diciembre.