Las dunas que podrían salvar vidas en Puerto Saavedra

Al cumplirse tres años luego de la fatal madrugada donde Chile despertó atónito ante el terremoto y posterior tsunami que azotó la costa nacional ese 27 de Febrero. Los efectos de este desastre natural embistieron  con fuerza la comuna de Puerto Saavedra, principal poblado costero de La Araucanía. Ese día, el ímpetu de las olas golpeaba la principal barrera, de protección, natural ubicado frente al poblado.

Las dunas permitieron reducir el riesgo de inundación en el poblado, ya que ésta pared, contuvo en cierta medida la velocidad y el impacto de la primera ola. Los daños que produjo esta última catástrofe en la vegetación, provocó que la Municipalidad de Puerto Saavedra, solicitara a la Corporación Nacional Forestal, CONAF, organismo dependiente del Ministerio de Agricultura, reforestar el área de dunas que se encuentra frente a la ciudad. Es por esto, que tras un análisis adecuado de la situación, nace en el año 2011, el Proyecto “Establecimiento de Defensas Naturales Vegetales Costeras en zona de Dunas frente a la Ciudad de Puerto Saavedra”, iniciativa única en nuestro País y que tiene por finalidad disminuir el riesgo de inundación ante eventuales tsunamis.

Esta iniciativa es financiada por el Ministerio del Interior, quién luego del terremoto de 2010, crea el Fondo de Reconstrucción, del cual se destinaron 260 mil millones de pesos aproximadamente para la ejecución del proyecto.

Para Roberto Leslie, Director Regional de CONAF este proyecto tiene varios componentes relacionados con la comunidad. “Como Gobierno, buscamos la seguridad de la gente, una mejor calidad de vida de las personas, por lo que ésta muralla vegetal antisunamis, es un elemento fundamental para resguardar a la comuna ante una eventual catástrofe. Por esto es que el trabajo en conjunto con la comunidad es esencial por los cuidados  que tienen las obras realizadas y en este sentido es que la población se ha hecho partícipe del proyecto, necesitamos reforzar el vínculo con la comunidad, ya que ellos serán los encargados de conservar y proteger las plantaciones, que finalmente irán en beneficio directo para ellos y las siguientes generaciones”.

El proyecto, que ya está en su etapa final, consta de dos grandes componentes. Primero,  la difusión y socialización con la comunidad de los trabajos que está realizando CONAF en la zona, es decir, que la población se apropie del proyecto, para que exista un compromiso de responsabilidad con las obras. Y el segundo componente, es el establecimiento de especies vegetales en la superficie, terreno que consta con alrededor de 80 hectáreas tanto en la Duna Sur como Norte. Además, durante la primera etapa de plantación, se realizaron obras de mitigación como empalizadas que ayudan a disminuir los efectos de las marejadas.

Porque si nosotros logramos tener un parque como este, en el futuro van a llegar muchos más visitantes y los beneficios son para toda la comunidad”. Durante la ejecución del proyecto, fue necesario estabilizar los terrenos, por lo que se procedió a cercar el perímetro, aislando la zona de trabajo para dar paso a las siguientes etapas. Para comenzar, se plantaron especies herbáceas, como la Amopyllas Arenaria con la finalidad de sujetar el suelo con sus raíces. Tras esto, se dio paso a la siembra de Lupino Arbóreo, para  finalmente plantar Pino insigne en Fajas.  Actualmente, el proyecto se encuentra en su  etapa final, el que terminará en agosto de este año.

 Las actividades están centradas en la reforestación y plantación de Pino Insigne, amophilas y lupinos. En la Duna Sur como Norte se instalaron cercos que protegen las plantaciones y una serie de letreros informativos para que la comunidad que visite el lugar vaya conociendo esta iniciativa en profundidad. Además, se espera terminar con las últimas labores de restitución, reparación y mantención de empalizadas.  Recordemos que la comuna de Puerto Saavedra, sufrió el 22 de mayo 1960 uno de los terremotos más grandes que se han registrado en nuestro país. El maremoto prácticamente borró del mapa la comuna, dejando aproximadamente 2.700 personas damnificadas. Tras la catástrofe, la geografía de la zona se modificó, debido a que hubo un acomodamiento de la tierra, lo que provocó la formación de una barrera natural frente al poblado, denominadas dunas.