La historia de 2 vecinas que levantaron un refugio para indigentes y ancianos

26 Octubre 2011
Corresponsal La... >
authenticated user Corresponsal

Tras cinco años de alimentar gratuitamente a numerosos abuelitos desvalidos, 2 vecinas de Loncoche lograron inaugurar el  primer hogar de esa comuna para personas indigentes o en situación de calle.
      En un terreno cedido por la iglesia y gracias al aporte del empresario José Miguel Martabid, se materializó el sueño de tener un lugar con todas las comodidades necesarias para proporcionar un refugio digno, donde ahora los abuelitos están protegidos y bien cuidados durante las 24 horas del día y los 365 días del año.
       “Una autoridad política de aquella época, nos dijo que nuestra idea era muy buena y nos ofreció los $40 millones que necesitábamos para levantar un hogar de ancianos, promesa que nunca cumplió”, explica Rosa Soto, una de las vecinas que voluntariamente asumió el desafío de levantar este hogar.    Dicha desilusión no las hizo bajar los brazos, y ya teniendo el terreno en comodato, iniciaron una cruzada solidaria que tuvo amplia acogida entre la comunidad, donde los vecinos no sólo les colaboraron con dinero y especies, sino también un grupo de maestros de la construcción se ofreció a construir gratuitamente un albergue para los ancianos.
      Pablo Contreras, de empresas Martabid, explicó que cuando las encargadas de este hermoso proyecto se acercaron a José Miguel Martabid, éste de inmediato acogió su propuesta, lo que sumado a que esta empresa llevaba bastante tiempo construyendo viviendas sociales en Loncoche, determinó que se comprometiera el apoyo para donar los materiales de construcción necesarios para transformar el comedor fraterno en un hogar de ancianos con todas las comodidades necesarias para que los abuelitos desamparados fueran acogidos como residentes permanentes de este lugar.
      “Nosotros aportamos los elementos necesarios para construir un lugar que permita no sólo almorzar, desarrollar sus actividades diarias y dormir aquí a estos abuelitos, sino también, que a través de esta obra, sientan que no están solos y que son queridos por la comunidad”, expresó el ejecutivo de la Inmobiliaria, conocida por sus acciones de RSE.
UNA HISTORIA SINGULAR...  
 
     Hace cinco años, dos dueñas de casa de Loncoche se impactaron al ver la realidad de Fernando Venegas, uno de aquellos conocidos personajes que toda comuna tiene, que por su aspecto desaseado sufre la indiferencia de los vecinos, como si no existieran.
     Don Fernando husmeaba en los tarros de basura de las viviendas, buscando restos de alimentos para obtener cualquier sobra que le permitiera comer algo...
    Esta escena caló hondo en el corazón de Silvia Vidal y Rosa Soto, quienes se abocaron a la tarea de conseguir un lugar donde proporcionar almuerzo diario a este anciano desamparado, que no tenía familia que lo apoyara y vivía en condiciones infrahumanas, durmiendo en cualquier lugar de la vía pública.
    Fue así como ambas vecinas llegaron a la parroquia local, donde su idea tuvo inmediata acogida y se les entregó un terreno en comodato en pleno centro, donde lograron abrir un pequeño comedor fraterno para este hombre y luego otro que se encontraba viviendo en similares condiciones.
   Hoy, con lágrimas corriendo por sus mejillas, Silvia y Rosa fueron testigos que gracias al aporte mancomunado de una serie de personas y organismos, su mayor anhelo se convirtió en una realidad, cuando diversas autoridades de La Araucanía participaron de la ceremonia donde se inauguró el nuevo hogar de ancianos “Juan Pablo II”, el cual contó con la bendición del obispo de La Araucanía.
180 ABUELITOS ESPERAN POR UN HOGAR…

      Sara Suazo, coordinadora regional del Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama), quien también llegó a inaugurar este nuevo hogar de ancianos, destacó la generosidad de Martabid y la loable iniciativa de estas dos mujeres de Loncoche, que dedican su vida a atender a los abuelitos del hogar sin recibir ninguna recompensa monetaria, agregando que cruzadas de este tipo son un ejemplo para la región, pues en La Araucanía existen 35 hogares de ancianos y de aquellos, solamente 7 cuentan con todos los permisos sanitarios de funcionamiento, por lo que los otros 28 funcionan en forma clandestina...
      “En nuestra región, son 180 los abuelitos que se encuentran en lista de espera para ingresar a un hogar de larga estadía, como el que estamos inaugurando hoy”, sostuvo la directora del Senama, agregando que desgraciadamente, casos extremos de abandono e indiferencia, como el del anciano que vivía en situación de calle y que gatilla la idea de crear este hogar, no son raros en las distintas comunas de La Araucanía.
UNA VIDA DIFERENTE

     Hoy, Fernando Venegas tiene 74 años de edad, aquel anciano vagabundo que despertó el sentimiento altruista de estas dos mujeres de Loncoche, es, en palabras de ambas mujeres “otra persona”, pues recorre los pasillos del hogar como un residente más, con ropa limpia, en perfectas condiciones de salud y totalmente aseado.
       Su único pariente reside en Argentina, por lo que Silvia Vidal y Rosa Soto son su única familia y pretenden cuidarlo hasta el fin de sus días, lo mismo que a otros siete ancianos que acogieron en el nuevo hogar, quienes provienen no sólo de Loncoche, sino de distintos puntos de la provincia y  sufrieron el abandono de los suyos,  pero ahora cuentan con personas desinteresadas que procuran su bienestar satisfaciendo no sólo sus necesidades materiales, sino que también les rodean de cariño y amor.