La Contratación con Ética

La Contratación con Ética

26 Junio 2011

Les presentamos una muy interesante columna de José Vicente León en la que analiza la importancia de la selección de personal para las empresas.

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Les presentamos una muy interesante columna de José Vicente León en la que analiza la importancia de la selección de personal para las empresas, esto para que cada persona que se integre cumpla cabalmente con los compromisos valóricos y éticos trazados por las compañías:

Actualmente no solo las personas naturales son capaces de cometer delitos. Se encuentra vigente en nuestra legislación la responsabilidad penal de las personas jurídicas siempre que  la comisión del delito fuere consecuencia del incumplimiento de los deberes de dirección y supervisión.

Las empresas pueden establecer efectivos sistemas  de  prevención para liberarse de  sanciones pero, sin duda, la selección de trabajadores es un elemento  clave para minimizar problemas penales, y mejor aún, elevar el clima laboral.

Actualmente las empresas, a la hora de contratar, se fijan principalmente  en los grados académicos, el perfil psicológico y las habilidades para el cargo. Al mismo tiempo invierten grandes cantidades de tiempo y dinero en implementar procedimientos de auditoría, protocolos de denuncia, formas de investigación, prevención de fraudes u otros hechos irregulares. Sin embargo, en las entrevistas de selección, poco y nada se refiere a la conducta moral y ética.

La selección de personas con altos valores éticos  y con una conducta que sea  consistente con ellos es la mejor forma de evitar hechos delictivos. Por otra parte, es el mejor medio de evitar la corrupción interna y mejorar el ambiente laboral.

Una persona correcta no se aprovechará de los materiales de trabajo para llevárselos a su casa, ante un hecho con características de robo lo denunciará a quien corresponda y de la forma más delicada posible, no se dejará sobornar por proveedores o terceros, cuidará de los elementos de trabajo como si fueran propios, no alterará cifras ni mentirá en las presentaciones que deba realizar. Una persona con principios éticos actuará no sólo tomando en consideración los aspectos legales sino también velando por decir la verdad, no engañar ni causar un daño a terceros.

Desde hace un tiempo algunas empresas estimulaban a los trabajadores a que tuvieran orientación al resultado. Luego se dieron cuenta, específicamente con los gerentes, que ello causaba en el mediano plazo muchos problemas porque los resultados obtenidos eran a costa del sufrimiento de los empleados a su cargo. Entonces, las organizaciones pasaron a  medir en sus ejecutivos y empleados no sólo el “qué” lograr sino el “cómo” se logra.

Cuando la opinión pública conoce el engaño o estafa de una empresa, muchos claman por modificar la legislación o aumentar las sanciones. En la mayoría de los casos no se necesita ningún cambio legal, basta con la normativa existente para castigar responsabilidades. Lo que efectivamente se necesita es vivir en el interior de las organizaciones un ambiente donde se cultive la probidad y la integridad  por parte de todos los trabajadores.

El reclutamiento de trabajadores con valores y principios  afectará positivamente al interior de la organización pero es tarea difícil determinar con algunas entrevistas si el candidato actúa éticamente. Sin embargo, podemos conocer su historia laboral, sus opiniones frente a determinados hechos o aplicar determinados tests tal cómo se hace hoy en día en el área psicológica. Lo más importante sigue siendo lo que verá ese postulante en el día a día con sus jefes y con sus pares.

La misma cantidad de esfuerzo que se destina a controles debería dirigirse a campañas de conocimiento y aplicación de valores éticos fundamentales que se han olvidado.  ¿Se debe ocupar el computador de la oficina para cosas personales?, ¿se puede usar la fotocopiadora  para las tareas de los hijos? o ¿puedo excederme en los gastos asignados cuando estoy representando a la empresa? Las conductas fraudulentas en general comienzan con algo muy nimio pero luego se van empeorando  si no se pone atajo.

Algunas grandes empresas ya han implementados códigos éticos pero es primordial que los que ingresan estén conscientes de que la ética no es sólo teoría sino también  valentía de comportarse frente al miedo a perder el trabajo por la presión de los superiores, las  ambiciones desmedidas  o la circunstancia de considerar que es muy poco el valor involucrado.

Los departamentos de Recursos Humanos tienen una función importante que cumplir en este aspecto. No sólo necesitan detectar las habilidades en el proceso de selección. Es preciso determinar si el futuro trabajador es de aquellos que piensan que  “todo vale” o “el fin justifica los medios”. De lo contrario, la empresa se inundará de normas, procedimientos y controles.

Republicado desde el Blog de ProHumana