Ayudó a su madre desde pequeño, estudió en el Instituto Nacional y se tituló de Ingeniero en la Universidad de Chile, la de Cristián Maldonado parecía la perfecta historia de superación y éxito, hasta que la presión explotó y de la peor manera.

Agobiado por una deuda de 25 millones, el pasado 13 de febrero, Maldonado asaltó un ServiEstado a tempranas horas de la mañana, siendo interceptado por Carabineros y dejando con el asombro de sus vidas a su esposa y a su familia.

“En los bancos me decían: usted debe más de veinte millones. Y yo les explicaba que eran del pie del departamento, del crédito, de mis estudios. No sabía qué hacer, estaba desesperado. Me llamaban de las empresas a las que les debía, de Falabella, de Scotiabank. Sentí que tenía que parar con todo, que no quería más eso en mi vida. Y me acordé de esa sucursal que abría más temprano, que había ocupado alguna vez para hacer un trámite…”, confesó Maldonado en una extensa entrevista con Revista Qué Pasa.

Hoy, Maldonado se encuentra interno en el penal Santiago 1, a la espera del juicio en su contra.