24 de marzo de 2011: Día Internacional del Derecho a la Verdad

24 Marzo 2011

Declaración de la Alta Comisionada de los Derechos Humanos, Navi Pillay, en el Día Internacional del Derecho a la Verdad.

Luis Fuentes >
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Cuarenta y dos mil seiscientos treinta y tres. Este es el número de casos de personas que desaparecieron o que continúan sin ser encontradas en los últimos 31 años, según el Grupo de Trabajo sobre Desaparecimientos Forzados o Involuntarios. Los números muestran también que nuevos casos siguen surgiendo constantemente en todas las regiones del mundo. Por cada uno de estos desaparecidos, existen muchos seres queridos que sufren al no saber su paradero, alternando entre la pena y la desesperación, a la espera de noticias. De cualquier noticia.

Las víctimas de estas violaciones graves a los derechos humanos y sus familias tienen el derecho inalienable de conocer la verdad acerca de los acontecimientos del pasado y sobre la perpetración de estos crímenes contra ellos. Ellos tienen el derecho a conocer las circunstancias y las razones que llevaron, a través de violaciones masivas y sistemáticas, a la perpetración de estos crímenes. Tienen el derecho a saber quiénes los cometieron y a conocer el paradero de las víctimas. En reconocimiento de los derechos de todas estas víctimas, Naciones Unidad han decidido que hoy sea el Día Internacional del Derecho a la Verdad en relación con Violaciones Graves de los Derechos Humanos y de la Dignidad de las Victimas.

Conocer la historia de su opresión forma parte del patrimonio de los pueblos. Conocer la verdad permite que las víctimas y sus parientes sientan que se cierra un proceso, restaurando de cierta manera su dignidad y reconociendo su sufrimiento. La verdad es una herramienta para combatir la impunidad. Es una herramienta de justicia. Y es además un paso vital para prevenir eventos que nos lleven a repetir estas violaciones.

Por esta razón es tan importante revelar la verdad, incluso a través de consultas públicas, independientes e imparciales sobre violaciones graves como la tortura, el abuso y la esclavitud sexual, desapariciones y asesinatos de los que somos testigos hoy en día en muchos países. En los últimos años, mi oficina ha apoyado una serie de misiones y comisiones de investigación sobre graves violaciones en una gran cantidad de países, incluyendo la comisión en Libia, que fue creada por el Consejo de Derechos Humanos el mes pasado.

Conmemorando este día, nosotros también rendimos homenaje a todos esos valientes hombres y mujeres que toman y seguirán tomando grandes riesgos para garantizar la verdad de las violaciones a los derechos humanos en sus propios países. Estos defensores de los derechos humanos muchas veces temen represalias, pero aún así cumplen con gran coraje lo que consideran su deber. Muchos han sido arrestados o enfrentan preocupantes incitaciones a la violencia debido a su cooperación con los mecanismos internacionales de derechos humanos, incluyendo a mi oficina.

De hecho, esta fecha ha sido escogida para recordar a un gran defensor de los derechos humanos, monseñor Óscar Arnulfo Romero, quien fue asesinado a tiros en 1980 mientras celebraba misa en una capilla de El Salvador. Monseñor Romero fue asesinado debido a su fuerte condena contra las violaciones cometidas contra la población más vulnerable de su país.

En este día, exhorto a los Estados a tomar todas las medidas adecuadas para hacer efectivo el derecho a la verdad, al derecho a la justicia y al derecho a la reparación. Estos tres derechos indispensables son el centro de la lucha contra la impunidad y el  restablecimiento de la dignidad de las víctimas. Que este día internacional sea un sirva para recordar la existencia y la importancia del derecho de la verdad. Que este día sea también un recordatorio de la necesidad de proteger a aquellos que dedican sus vidas a contar la verdad.