Ricardo Badilla, de las micros de Arica a las calles de Temuco

01 Noviembre 2011

Desde Arica con amor. Ricardo Badilla tiene 53 años de los cuales a dedicado treinta al rubro de la música; su pasión. Ariqueño de nacimiento, pero temuquense por opción, ya que hace tres años radica en la capital regional junto a su esposa. Conócelo aquí.

Jaime Troncoso ... >
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Desde Arica con amor. Ricardo Badilla tiene 53 años de los cuales a dedicado treinta al rubro de la música; su pasión. Ariqueño de nacimiento, pero temuquense por opción, ya que hace tres años radica en la capital regional junto a su esposa.

 

Sus inicios lo hizo tocando en las micros de la puerta norte de nuestro país, principalmente música  de raíz folclórica y latinoamericana junto a un grupo de compañeros que más tarde tomaría su propio camino.

“Cuando era más joven me gustaba tocar en las micros de recorrido aunque era difícil hacerlo, ya que en aquel tiempo el gobierno militar nos lo impedía, sin embargo siempre me las arreglaba para tocar canciones de Violeta Parra por ejemplo. Además, siempre salían pitutos en bares o restaurantes”, precisó Badilla.

Ricardo se considera un músico urbano por lo que le es difícil poder separar los elementos que lo rodean a la hora de componer sus canciones, en ese sentido aseguró que “el amor, el aire o la misma gente, en definitiva cualquier cosa que te produzca alguna sensación especial va a servir para componer o inspirara alguna creación”.   

Música en Temuco

Está claro que existe una gran cantidad de artistas en Temuco que poco a poco empiezan a surgir y a hacerse conocidos en el ambiente musical dentro de la región y también fuera de ella, sin embargo el hecho de que no exista permiso para que los cantautores callejeros pueden trabajar legalmente en La Araucanía es un tema que preocupa a Ricardo.

“La verdad es que uno tiene que trabajar en base a la disposición de los carabineros, es decir si andan de ánimo te dejan trabajar, si no es así te sacan, en ese sentido obviamente que no es cómodo hacer lo que uno sabe, pero hay que reconocer que muchas veces lo que prima es el sentido común de la policía en este caso, es que se dan cuenta que uno está haciendo algo positivo y no lo contrario”.   

 

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