De esos sujetos que tienen un valor tremendo, que de forma silenciosa y privada ayudan a reconstruir la historia local. Es Juan Toledo Bahamondes, de 72 años habitante orgulloso de Nueva Imperial, un activo ciudadano que ha colaborado con el diario local, escuelas y organizaciones literarias, como el Círculo de Escritores Juvencio Valle de la comuna.

Nos recibe en su casa, con la calidez y cortesía de antaño, inicia conversándonos de su familia, nos menciona que está próximo al aniversario de su matrimonio, algo que lo alegra profundamente. Nos cuenta que desde pequeño fue aficionado a los libros y que tuvo la suerte de conocer en persona a Pablo Neruda y Pablo de Roka, con quienes compartió en su casa. “En muchas oportunidades pude compartir con Pablo Neruda una oncesita. Y con Pablo de Rokha compartimos un almuerzo, él llegó un día a la casa a ofrecerle sus libros a mi papá, justo como a las 11:30, nosotros almorzábamos a las 12. Estaban conversando con Pablo en el taller, y llegó mi hermana a decirle que el almuerzo estaba servido. Mi papá le dijo "Compañero, vamos a almorzar". Y él le dijo "con mucho gusto". Aparentemente venía de viaje muchos días y tendría ganas de comer.”

Don Juan recuerda además la mejor época de su pueblo, cuando era un floreciente centro urbano que gracias al gran desarrollo económico principalmente derivado del trigo, el conoció el Molino El Globo de los Bunster, nos habla también de los vapores que recorrían el rio, de lo activo que era Imperial hace 50 años atrás “Estas y otras cosas demostraron que Nueva Imperial era la elite, porque había harto comercio.” Con algo de pesar reconoce que su querida comuna está decayendo, que solo cumple una función de “dormitorio” de otras ciudades “Nueva Imperial es como una historia al revés. Con harto progreso, y que va disminuyendo día a día. Si bien es cierto, tenemos todas las calles pavimentadas, tenemos harta población, no tenemos el comercio activo. Un par de supermercados, unos negocios chicos en algunos lugares, pero no tenemos el movimiento económico que había antes.”

Su principal obra

Después de conversar de su vida y nos orienta al trabajo de su vida, una recopilación de la Historia de Nueva Imperial y la Región de más de 100 tomos. Extensos libros que contienen documentos, relatos, recortes de prensa, fotografías, entre otros elementos donde alfabéticamente ubicados narran el pasado de la zona. Sorprende la dedicación y prolijidad de este trabajo, en su mayoría hecho a mano, con sus fuentes especificadas “solamente ordeno mis archivos a mano, voy corrigiendo, tratando de guardar el conocimiento”. Además de eso nos muestra otros libros donde tiene de recuerdo sus años de cartas al director que enviaba a “El Diario Austral de Temuco”, otro tomo extenso de escritura.

Pero Toledo nos sigue sorprendiendo, ya avanzada la conversación en su biblioteca nos muestra otros libros, esta vez ubicados en el sector de literatura, son textos de poesía donde inspirado por algún elemento natural, escribe pequeños, pero significativos poemas. Es su obra más íntima, un reflejo de su desarrollo integral como escritor, aunque el rechace ese calificativo “Yo no soy escritor, soy solamente un recopilador. Un cronista.”

Su trabajo resguardado en su biblioteca personal, aguarda preciados pedazos de la historia, no solo de imperial sino también de la región, un tesoro que el espera dejar como legado, esperando que pueda servir de alguna forma a la memoria de la “Historia de los hombres” como el describe la historiografía.