Eduardo “El Caníbal” Recondo, hace poco más de un mes se hizo acreedor del título de campeón nacional de Kick Boxing, de la federación “WKMA”. A sus 31 años, este especialista ha demostrado que con su talento y garra está para grandes cosas. Hoy puede ver en su cinturón, el reflejo de más 15 años de esfuerzo y duro trabajo, en el mundo de los deportes de contacto.

Recondo, desde muy joven estuvo ligado a las artes marciales, sus inicios fueron en el Box y posteriormente se adentró en el mundo de la Capoeira. “Me inicié en el boxeo, y yo creo que elegí esto como un escape social a mi esquina, a mi población, al barrio. Yo me crié en la población El Progreso, entre San Antonio y Los Boldos, siempre  me gustó la lucha, desde chico”.

El oriundo de San Antonio comenta que tocó muchas puertas para profesionalizar su carrera en el boxeo, pero las oportunidades nunca estuvieron. “Cada vez que toqué la puerta en el boxeo me dijeron que no, tenía las condiciones para ser un gran boxeador, pero no existieron las posibilidades ni las motivaciones. Como anécdota, a mí me pagaron 3.500 pesos por mi primera pelea, una manzana y un jugo. Acá en Temuco se pelea por honor, nunca por dinero. Hay muy buenos peleadores en la región y los seguirán habiendo, pero faltan recursos”.

Título nacional

Más de 15 años ligado a los deportes de contacto, pero sin poder disputar cosas grandes, hasta que llegó el kick boxing a su vida. Tras dos años de entrenamiento y combates, logró la oportunidad de disputar el título nacional, donde enfrentó a Marcelo “El Espartano” Salazar, instancia donde a través de un nocaut técnico, “El Caníbal”, logró levantar los brazos sosteniendo el cinturón nacional en la categoría 91 kilos, logro que aún no consigue asimilar.

 “Todavía no me he bajo de esa nube de emoción, la gente me saluda y felicita por este logro. Todavía no siento bien el hecho de ser campeón, creo que falta mucho, y ser el mejor en Chile no se gana con una pelea, yo creo que hay que ganarle a hartos tipos más fuertes que existen en el país, para poder decir que soy el mejor a nivel nacional”.

La actitud, garra y aguante que caracterizan a Recondo, a su juicio son un legado familiar. “He visto a mi viejo con cuatro operaciones a la columna, levantarse y seguir luchando por su familia, he visto a mi mamá teniendo 5 hijos y siempre luchando por su familia, es decir, vengo de una familia de guerreros”.

Sueños, motivaciones y retos

Este campeón es parte de la escuela “SBL”, a la que pertenece hace ya dos años, entrena de lunes a sábado, 3 veces al día, en cada entrenamiento ve más cerca la oportunidad de cumplir su sueño. “Mi mayor expectativa es tener el cinturón mundial de Kick Boxing, aún no puedo postular a algo tan importante, pero lo puedo lograr, estoy seguro e ello. Quiero ser campeón mundial, mi línea de objetivos esta: ser campeón nacional, sudamericano y mundial, y después cumplir mi sueño de tener mi escuela y no depender de nada”.

La primera semana de agosto, “El Caníbal”, enfrenta su primer duelo en calidad de campeón, en un cara a cara frente a su similar, el trasandino, Luís “El Verdugo” Ávila, campeón de la provincia de Mendoza. Un metro 97 y 91 kilos, que para el luchador de la Araucanía no son un impedimento, sino, una motivación para al final del encuentro llegar a ser, el último hombre en pié.

“Yo creo que va a ser un pelea fuerte, creo que es a seis round, este es un tipo fuerte y muy rudo, ha ganada buenas peleas. Tiene buen alcance y buena pegada, pero no deja de ser otro hombre al lado de otro hombre enfrentándose, yo no estoy entrenando para pelear, yo estoy entrenando para vencerlo a él”.

Luchador que ha forjado sus puños bajo un intenso entrenamiento, deporte que declarar amar y donde busca siempre ser el mejor. Un campeón avalado por una notable trayectoria, si bien no todas sus peleas han sido oficiales, Recondo, al momento de entrar a un ring jamás ha perdido, mérito que lo atribuye al gran equipo que lo respalda y apoya.

“Mi esquina es mi mayor cualidad, su apoyo es de gran importancia, pero si hablo de mí, no es un aspecto físico sino algo emocional, y es ser frío, es subirse al ring y pensar en superar a quien tengo al frente, siempre tengo que derrotar a mi siguiente adversario, porque lo que hay detrás de ganar esa pelea, es un paso más a darle un futuro a mis hijos”

A la espera de su nuevo reto, Eduardo sólo piensa en ganar, sostenido bajo una motivación inquebrantable, que es el mayor motor para seguir en esto y con las mismas convicciones. ”Mis hijos siempre han sido mi mayor motivación, todos los días en las mañanas despierto y digo sus cuatro nombres, me paro y estoy a full, cuando entreno y estoy en las últimas, me acuerdo de ellos y me lleno de energía”

Deportista regional que ha sorteado los obstáculos que la vida le ha puesto, y que espera seguir entregando alegrías a su familia, amigos y equipo de trabajo, y de esta forma seguir acortando aún más el camino, para lograr sus metas y objetivos.