Sin decirlo, se dice. Sin tener pruebas se culpa... historia conocida, hechos nuevos: un atentado incendiario perpretado por desconocidos que esta vez tuvo con consecuencias fatales, donde los "sospechosos" (de siempre) son mapuche.

En una zona donde se impuso la construcción de la región, este tipo de sucesos sacan a flote el conflicto latente, diferencias que no sólo tiene que ver con propiedad de tierras, sino que cómo nos entendemos y no nos entendemos en la diversidad.

Y mientras el gobierno anunció nuevas medidas y en los tribunales se inició la judicialización del crimen, las voces ciudadanas hacen un alto y dan su visión, pues ¿quién dijo que la interculturalidad es miel sobre hojuelas?

Racismo

"No nos extrañan las similitudes de estos discursos actuales con aquellos que circularon durante la invasión militar de nuestro territorio en el siglo XIX y que sindicaban a los mapuche como “rémoras del progreso”, “hordas de barbaros” y “raza inferior”. Aunque evidentemente en nuestros días este discurso se ha adaptado a los actuales tiempos del multiculturalismo neoliberal promoviendo imágenes de mapuche buenos y mapuche malos, de acuerdo a criterios convenientes a tales concepciones", así calificaron un grupo de profesionales mapuche que dieron su parecer frente a los últimos acontecimientos sucedidos en La Araucanía que inculpan a grupos de violentistas donde hasta ahora los únicos presuntos implicados son mapuche.

Agregan que "la intensidad del racismo manifestada en estos días nos lleva a preocuparnos sobremanera por la seguridad de cualquier peñi o lamgen mapuche que circule en este país. No quisiéramos que esta coyuntura sea la justificación para  el Estado chileno de sumar nuevas víctimas a los asesinatos contra mapuche, registrados en este largo conflicto, por eso hacemos hoy un llamado a evitar que este tipo de situaciones se produzcan en la actual coyuntura. Creemos que ante el crudo escenario que está en desarrollo es importante que la sociedad chilena se manifieste por la vida de todas las personas, condene el racismo estatal, empresarial, latifundista y paramilitar".

En este sentido, El Colegio de Periodistas de Chile, Región de La Araucanía, señaló que estos hechos de violencia demuestran que nuestra sociedad ha fracasado en la construcción de una región multicultural, por lo que formulan un llamado al diálogo democrático con todos los sectores gremiales, entidades público y privadas, chilenas y mapuches para proponer una nueva política y pacto social al nivel central. “La región se merece una convivencia sana, en donde prime la paz y la acogida a las legítimas demandas sociales y políticas de los distintos sectores involucrados en una región multicultural”.

Así también un grupo de sicólogos de la región, junto con expresar su preocupación por el clima de violencia psicosocial generado en La Araucanía y que afecta en especial al pueblo mapuche. "Sostenemos la urgencia de fortalecer los procesos de diálogo, y en esta dirección hacemos un llamado a la ciudadanía, a los medios de comunicación masivos y en especial a las autoridades, a la templanza y los sentidos éticos, ante a la toma de decisiones apresuradas y las acciones de violencia que vulneren los derechos de las personas y las comunidades".

Convivencia intercultural

Ante este escenario antagónico, ¿cómo lograr el diálogo que alertan los sectores sociales? Pimero distinguir que más que multiculturalidad, apuesto por la interculturalidad, que consiste en acercarnos a personas de otras culturas, teniendo presente que cuentan con sus propios puntos de vista, entonces que seamos capaces de ponernos en el lugar de las otras personas, sin ser ellos o ellas.

“Para que exista interculturalidad debe haber espacios donde poder escuchar, responder, preguntar, ser preguntado, debatir, convivir…” dice el especialista J.M. Raymundo.

El autor en su texto "Construyendo la Interculturalidad" incluso nos indica que debemos considerar para lograr una convivencia intercultural, como por ejemplo: reconocer la existencia de vínculos, valores y puntos en común entre diferentes culturas; examinar críticamente los valores y antivalores de nuestra propia cultura; y a su vez, buscar puntos de convergencia e intereses comunes que pueden construir una unidaden la diversidad. Y sobre todo tener voluntad y disposición de aprender de las otras personas y grupos culturales.

Que tal si colocamos en práctica estas propuestas, pues el diálogo no sólo es tarea del gobierno ni de los voceros mapuche, sino que de la ciudadanía toda, para la "superación del clima que hoy se vive en la región, y de coadyuvar a la realización de la justicia que históricamente se ha negado al pueblo mapuche", como puntualizaron las organizaciones y personas que trabajan en la promoción y defensa de los derechos humanos en la Región de La Araucanía.