Nanas: En el Reino de Chile

¿Eso hace a una nana diferente en dignidad y derechos a quienes le pagan por esta labor?

No, las nanas generalmente no sienten envidia, al menos no esa visceral que siente su patrona por la vecina por que haga lo que haga, la vecina siempre será más bonita, o la que incita al patrón a comprarse el mismo 4x4 que el del lado, no sé si se han percatado de ese detalle, en un condominio aparte de ser todas las casas uniformes los vehículos son misteriosamente iguales…

No, las nanas no son envidiosas están muy ocupadas pensando en los hijos que las esperan al otro lado del maravilloso mundo Disney, en llegar a fin de mes y pagar las deudas, en pedir un crédito para que sus cabros estudien y no tengan que trabajar de nana.

Imagino que esa misma superioridad que siente la patrona hacia la nana, se traslada hacia la peluquera, a la mesera, en fin, a todas las personas que no tienen el mismo status social. Qué les pasa a las personas que se sienten con más derechos que otros, ¿ Porque tienen más plata?.

¡Por favor! Vivimos en la colita del mundo, ni que fueran de una raza superior, seguro que si viajan a Europa se les bajan los humos de una, a menos que la genética los haya favorecido mucho y disimule el mestizaje. Yo no sabía que en este pequeño país existían imperios (a menos que sean descendientes de reyes Incas) en donde los infantes herederos deben ser protegidos de presenciar a las seis de la tarde una horda de gente de clase trabajadora, osando pisar las mismas veredas donde juegan inocentes los principitos que no conocen un mundo distinto.

Mala forma de preparar a un niño para un mundo real en donde las personas se miden de acuerdo a otros parámetros, el tener una bonita casa y plata para contratar una nana no hace diferente ni da derecho a sentirse superior sobre otros e impedir el tránsito de quien asea tu baño y estoy cada vez más segura de que tampoco garantiza la felicidad.